Los okupas del edificio de la calle Paz podrán quedarse en la que es ahora su vivienda después de que el juzgado denegase a la Sareb -el llamado banco malo- la posibilidad de solicitar el desalojo rápido de sus residentes, según explica el abogado de los afectados, Antonio Vázquez.

El letrado argumenta que la propietaria del inmueble, la Sareb, adquirió el edificio a través de una subasta, por lo que tenía un año para solicitar la posesión del inmueble, que llevaría consigo el desahucio de los okupas. Como no lo hizo en este plazo, Vázquez asegura que el juzgado le ha denegado la solicitud, por lo que, ahora, para lograr entrar en el inmueble tendrá que iniciar otro procedimiento.

En este caso, según fuentes judiciales consultadas por este diario, la Sareb, al no reclamar en el plazo de un año la posesión del inmueble, es como si tácitamente, permitiese que los okupas viviesen en el número 5 de la calle Paz. Por lo que, más de un año después de haber adquirido el inmueble en una subasta no puede pedir su desalojo exprés.

El desahucio de la calle Paz se paralizó en dos ocasiones. En la primera, el 7 de febrero, porque la comitiva judicial se encontró a una menor dentro del inmueble y porque los habitantes mostraron su disposición a marcharse voluntariamente y, el siguiente, el 11 de febrero. Para entonces, el abogado de los okupas presentó un escrito en el juzgado alertando de que "no se habían respetado" algunos puntos del procedimiento, como, por ejemplo, que los okupas pudiesen presentar alegaciones durante diez días a la situación.

"Después de este plazo, se tiene que celebrar una vista para que el juez decida si las personas que están en la vivienda tienen que ser desalojadas o no. Si finalmente es que sí, tienen que darles un plazo no inferior a un mes para que se vayan voluntariamente", comentó el letrado de los residentes en el edificio.