La tramitación de licencias de obra y urbanísticas, defendida por el Gobierno local y cuestionada por promotores y oposición, depende del tipo de obra que se solicita. En 2017, el Ayuntamiento implantó una instrucción para jerarquizar la tramitación de estos permisos, con el fin de dar prioridad a la salida de unos respecto a otros.

Esta directriz, emitida por el director del área de Rexeneración Urbana, sitúa las obras en zonas verdes o espacios libres y equipamientos públicos en el primer puesto de la lista. Licencias que tienen preferencia sobre el resto. A continuación, los técnicos municipales estudian las licencias relacionadas con actuaciones necesarias para adaptar las edificaciones al entorno y la declaración de ruina de un edificio, para exigir su demolición total o parcial, según sus características.

En tercer lugar se analizan las solicitudes para mejorar las condiciones de accesibilidad o instalación de ascensores, que tienen prioridad sobre los equipamientos privados. Por detrás están las obras de conservación y rehabilitación de inmuebles catalogados y los trabajos solicitados para los expedientes de reposición de la legalidad urbanística. En el último puesto se encuentran el resto de licencias de obra que no entran en ningún apartado anterior. Estas se tramitarán por orden de entrega en el registro municipal.

Los promotores inmobiliarios y los arquitectos de la ciudad critican que la gestión municipal de las solicitudes de licencias genera retrasos tanto en cuestiones previas como en la aprobación de informes y la obtención del propio permiso. El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, asegura que el servicio que se encarga de otorgar las licencias de obra funciona de manera "ágil" y que la única razón por la que existen demoras es que los técnicos son "exigentes y rigurosos con la norma".

Durante el año pasado, el Gobierno local concedió un total de 978 licencias, el máximo desde 2011, unos datos en los que se apoya el edil de Rexeneración Urbana para negar que no se construya en la ciudad y cita ejemplos en la plaza de Tabacos y el polígono de Náutica. "Con el mismo personal tramitamos el doble", concluye al comparar el número de licencias concedidas con el del anterior mandato, ya que cuando Carlos Negreira era alcalde la concejalía de Urbanismo otorgó una media anual de 615 autorizaciones y Marea ha elevado esa cifra a 699. El PP contrapone ese dato con la recaudación total por impuestos urbanísticos, que, según los populares, se ha reducido a la mitad en el mandato de Marea por el menor presupuesto de las obras.