Que la gozada del Carnaval dure todo el año, con la fantasía y la imaginación intactas, contagiadas de deleite permanente. Es la llamada del dios Momo en su despedida al espíritu vivo del Entroido, antes de que sus cenizas, un año más, se juntasen con la arena de la playa de San Amaro y sus frías aguas las bañasen. Desde su trono marinero, el dios que recuerda a los choqueiros de siempre apeló en la voz de Santiago Fernández a la concepción de la ciudad como "un ágora eterna de cultura y civilización".

Entre disfraces, máscaras y música que ponen colofón al Carnaval, llantos y risas, discurrió la comitiva fúnebre que desde el Campo da Leña llevó al dios Momo y a la sardina hasta San Amaro. Charanga Ruada y Revival Stompers se encargaron de la festiva banda sonora ya desde la calle Arenal en otra noche en la que el temporal tampoco pudo con las ganas de Entroido y las costumbres tradicionales.

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Carnaval A Coruña 2019 | Entierro de la sardina

En el arenal, donde se congregaron más de un centenar de vecinos, la despedida divina apuntó a los políticos con un mensaje de enriquecimiento cultural: "Que inviertan en recrear y apoyas a todas las instituciones e individuos que aportan algo para hacernos más críticos, atentos y mejores: poetas, músicos, actores, dramaturgos, pintores, diseñadores y cinéfilos, bailarines y lectores, fotógrafos y cocineros, modistos y coreógrafas, enólogas y marineros, oyentes y público, lectores de periódicos y amantes de la radio...", reclamó emocionado el dios Momo desde su barca choqueira y acompañada del espíritu de Alvarito, Fina Lesta, Raúl, Palau, Wences, Rogelio, Paredes, César, Finita, Papi y Pili en sus últimos instantes, a la espera de consumirse por las llamas.

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Carnaval A Coruña 2019 | Entierro de la sardina

"Y no me llevéis muy lejos de la orilla de esta fría playa, que sé que anda por las rocas de las islas Sisargas una sirena rotunda con la que espanté el frío el año pasado y voy a ver si este hacemor hervir la ría", concluyó.

Justo cuando empezaba a arder la lluvia comenzó a mojar en la playa de San Amaro, con el mar bravo y la marea baja. Pudo más el fuego para terminar de iluminar otro animado Carnaval coruñés. La comitiva fúnebre bajó la cuesta de Adormideras con el féretro de la sardina a hombros y la viudas enjoyadas, con velo y coronas, lloraron su baño final en las aguas. Los fuegos artificiales desde el cielo sobre la ensenada dieron la luz última al Entroido.