El ingeniero de Caminos Enrique Urcola Telleira es el autor de Growing Together, la propuesta que con 42 puntos quedó clasificada en tercer lugar entre los cinco finalistas del concurso municipal para reordenar la fachada marítima. "Por un lado, la ciudad crecerá con el espacio que se abre en el puerto y por otro, los vecinos se comunicarán más con el borde litoral marino", explica Urcola sobre el trabajo que elaboró, en el que uno de sus aspectos más destacados es que es el único que no plantea la construcción de viviendas en los muelles.

Pero si hay una propuesta que sobresale por encima de todas en Growing Together es la de los puentes que sugiere levantar para atravesar la dársena coruñesa y hacer así los recorridos peatonales y ciclistas mucho más cortos que los actuales. El primero de ellos uniría el muelle del Centenario y O Parrote y tendría una longitud de 310 metros. Al atravesar la zona por la que circulan los trasatlánticos, este puente tendría que ser levadizo, lo que le hará todavía más espectacular, hasta el punto de que Urcola entiende que se convertiría en "el emblema del proyecto al dejar pasar por debajo a cruceros".

El segundo puente se situaría entre los muelles de Calvo Sotelo y el Centenario con una longitud de 192 metros, y aún habría una pasarela de madera que salvaría la distancia entre el segundo de esos muelles y el de A Palloza. El objetivo de estas actuaciones es "la mejora de la movilidad peatonal y ciclista", según Urcola, quien incluye en su propuesta la creación de rotondas en las plazas de A Palloza y Ourense para implantar una nueva ordenación del tráfico. También plantea hacer de la estación de San Diego la intermodal coruñesa o una terminal para el ferrocarril de cercanías.

El transporte marítimo también figura, ya que el muelle de San Diego contaría con una estación para barcos que atravesaran la bahía y un aparcamiento disuasorio. Urcola defiende además distribuir por los muelles nuevos usos y reordenar algunos de los existentes, ya que plantea llevar los trasatlánticos al Centenario, donde también habría una playa, al igual que en San Diego, donde prevé un equipamiento deportivo. La lonja pasaría de Linares Rivas, donde se crearía una zona naútica y un museo de la pesca, a la dársena de Oza. El muelle de la Batería se reservaría para actividades administrativas, hosteleras y comerciales y el de Linares Rivas contaría con zona náutica y un museo de la pesca.

Pero Urcola apuesta además por "acercar a los ciudadanos al mar" mediante iniciativas como el derribo de tramos del muro del puerto, aunque se trata de un elemento patrimonial protegido, y por la ubicación en los muelles de actividades que supongan un atractivo para la población.