El carácter "histórico" de una demanda vecinal está más que justificado en el caso del viaducto de la ronda de Nelle, una infraestructura, el scalextric, que cruza la avenida de Finisterre desde 1978 y que numerosos residentes en su entorno, molestos por el paso de los vehículos junto a sus ventanas y por la insalubridad que se respira junto a sus pilares, reclaman retirar desde hace más de tres décadas. Hoy ven mucho más cerca el cumplimiento de su demanda con el proyecto de desmontaje del viaducto y reurbanización de la zona que el Gobierno local ha anunciado esta semana. "Hubo gobiernos que en su día quisieron echarlo abajo y se echaron atrás, a otros ya ni les interesó y al actual se lo planteamos, nos atendió y demostró que eliminarlo es viable. Ahora esperamos que comience la obra", comenta Alberto Domínguez, que hace unos años se mudó de la calle Villa de Cee.

La ejecución de esa obra durará un año, según las estimaciones del Ayuntamiento, y costará 1,2 millones de euros que el Ejecutivo local incluye en el cambio en el presupuesto prorrogado para este año que mañana se votará en el pleno. Si no hay imprevistos, los trabajos se licitarían antes de las elecciones municipales de mayo y podían comenzar incluso a finales del año.

Hay en la zona, en esa confluencia de los barrios de Santa Margarita y Agra do Orzán, esperanza con esta intervención. "Debajo del puente es un foco de suciedad y basura, en el que se ha visto a gente orinar y drogarse", recuerda José Luis Moreno, que vive en el 196 de la avenida de Finisterre. Como él, está contento con el proyecto Vicente Naveira, cuyas ventanas de su piso en la ronda de Nelle dan al viaducto. "Nos hemos cansado de pedir mejores condiciones de vida para este punto de la ciudad", resalta.

Estos y otros vecinos forman parte de la comisión informal creada hace 30 años en la zona, desde la parrillada de Antonio, que recogió en poco tiempo 450 firmas con las que fue a reclamar al Concello la supresión del viaducto. Fueron 15 en su origen, hoy quedan ocho; algunos cambiaron de domicilio o fallecieron, como Francisco Sánchez hace dos meses, quien según Domínguez, fue "el alma máter" de la iniciativa. Con Javier Losada en la Alcaldía, recuerdan, a punto estuvo de reemplazarse la infraestructura por un subterráneo al que Urbanismo dio marcha atrás para destinar la inversión, de 6 millones, a otras mejoras. Ahora, con otra voluntad, el viaducto cuenta sus días; y los vecinos.