Silvia y Nerea son amigas y luchadoras. Lo demostraron ayer en la manifestación iniciada en el Obelisco. Se pusieron la bandera multicolor y pidieron "un futuro mejor". "No queremos tener miedo a que nos maten o nos insulten o incluso que nos echen piropos por la calle. Eso no lo queremos", reconocen. Ambas aseguran que "esto no es solo cosa de un día" y que la lucha por la igualdad se tiene que ver "en la calle, en los bares y en todas partes".