Después de varios años de lucha contra una enfermedad, el trombonista de la Orquesta Sinfónica de Galicia Petur Eiriksson falleció el pasado 8 de marzo. Hasta el hospital de Oza, para tocarle música, para darle fuerzas y también las gracias habían ido a mediados de enero, hospital de Oza muchos de sus amigos y antiguos alumnos llegados de varios puntos del planeta.

En cuanto trascendió la noticia de su fallecimiento, las redes sociales se llenaron de mensajes de afecto y de recuerdo para el que fuera presidente del comité de empresa de la Sinfónica, para el que fue inspiración, maestro, detonante de varias formaciones de viento y pilar sobre el que se edificó la Orquesta Joven de la Sinfónica.

La OSG no quiso dejar de mandar un mensaje a Eiriksson, una vez conocido su fallecimiento. "Queremos pensar que un músico extraordinario y sobre todo una persona decente y buena nunca llega a irse del todo", publicó en su perfil de Twitter la formación. "Porque tu recuerdo, tu música, tus amores, tu lucha, serán un canto a la vida", decía otro de sus compañeros en la OSG, el violinista Florian Vlashi.

También le recordaron los miembros de la asociación de madres y padres del Conservatorio de Culleredo ya que, en el primer trimestre del curso 2017- 2018, Eiriksson dirigió a su coro en una actuación navideña, a pesar de que él era músico profesional y los integrantes de la formación, solo aficionados a cantar. La Banda Municipal de Música, en su concierto del domingo, también tuvo un momento de homenaje para él y le dedicó su actuación y la Sinfónica, así como la Orquesta Joven tocarán en su recuerdo toda esta semana.

En sus redes le recordaron sus antiguos alumnos, los que encontraron en su ejemplo un motivo más para no alejarse de la música.