La mirada al futuro de Proxecto Cárcere se dirige, más que al destino incierto del antiguo penal del paseo marítimo, a la propia subsistencia del colectivo. Tras haber renunciado en diciembre a la gestión social y cultural de una parte de la prisión por la prohibición de Patrimonio, enfrentados antes al Ayuntamiento por la tramitación en la organización de actividades y sin el permiso para poder retirar del interior sus pertenencias, los miembros de la plataforma que durante más de ocho años ha defendido la recuperación de la instalación penitenciaria afrontan este fin de semana una asamblea clave en la que abordarán con incertidumbres la continuidad de su trabajo. En el ánimo del conjunto predomina el desaliento y el cansancio.

"Es necesario que sopesemos nuestro futuro porque lo último que nos ha pasado nos vapuleó. Llevamos ocho años trabajando y quitando de nuestro tiempo para promover actividad en la cárcel. Y cuando empezamos en agosto pasan cuatro meses y no nos dejan continuar", admite Carmen Cotelo, una de las portavoces de Proxecto Cárcere, entidad que probablemente el domingo celebrará la asamblea.

"Unos más otros menos, estamos quemados después de ocho años de desgaste y reuniones. Hemos gastado todos los recursos para defender la actividad sin recibir nada a cambio, solo nos queda acudir al tribunal de La Haya y de la ONU. Hay que pensar si debemos seguir", lamenta su compañero Tono Galán.

Su frustración coincide con un leve soplo de esperanza transmitido ayer por la subdelegada del Gobierno en Galicia, Pilar López- Rioboo, con quien se reunieron miembros del colectivo para trasladarle una memoria de todas las actividades que organizó este año durante los meses que gestionó el penal hasta diciembre. "La subdelegada expresó su voluntad de intentar que el edificio no se abandone como está ahora y que no quede cerrado. Voluntad parece que la hay, pero también advirtió de que ahora va a ser complicado, en estos meses de trabajo en funciones del Gobierno hasta las elecciones", comenta Galán.

Proxecto Cárcere, que llegó a contar con decenas de colaboradores voluntarios pero ahora tiene alrededor de diez, meditará sobre su futuro estos días mientras continúa entre dudas lo que le puede deparar al edificio. El Gobierno local mantiene, aseguea, negociaciones con el Ministerio del Interior para la cesión de la titularidad de la cárcel hasta que haya una sentencia sobre su propiedad, según informó la concejal de Participación, Claudia Delso, en el pleno municipal de este lunes. En la sesión la Corporación aprobó, con los votos favorables de la oposición, una moción del BNG que reclama al Gobierno central la cesión de la antigua prisión mediante una negociación con el Concello.

"PSOE y BNG parece que apuestan por que la cárcel no se abandone, pero hace falta que toda la Corporación lo ratifique", cree Galán. Al pleno acudió Cotelo, descontenta con la actitud de la portavoz del PP, Rosa Gallego, por "regodearse" con el fin de la actividad: "No quería que siguiéramos y quiere la cárcel cerrada".

Otro lazo suelto es la investigación sobre la concesión de su gestión a la plataforma. Delso tenía que haber declarado el pasado día 1 como investigada por un presunto delito de prevaricación en la adjudicación a Proxecto Cárcere, pero la juez pospuso la vista después de que Gallego se personase como acusación particular en la causa y pidiese a la instructora la imputación del alcalde y el concejal de Rexeneración Urbana, a quienes el fiscal rechazó denunciar.