La empresa que gestiona y explota la discoteca a la que un padre interpeló por twitter para saber si había impedido acceder a su interior a su hijo por motivos de raza llevará a los tribunales las manifestaciones realizadas por el progenitor en su cuenta de la red social. El padre señaló ayer en twitter que se había limitado a preguntar por qué habían dejado fuera a su hijo y si era por racismo. La firma asegura en un comunicado que las acusaciones del hombre "faltan a la verdad". Alega que no impidió la entrada del joven por motivos racistas y que solo evalúa el acceso a la discoteca "en función del estado" de los clientes. El 092 investiga el caso.