Los trabajadores de la planta de tratamiento de basuras de Nostián amenazan con una huelga indefinida para reclamar a la concesionaria, Albada, una mejora del convenio colectivo. La plantilla se reunirá el próximo viernes, 29 de marzo, en una asamblea para decidir si inicia este paro, que empezaría la noche del 21 de abril. "Se mantiene la negativa de la empresa a negociar el convenio colectivo, así que entendemos que no hay otra salida que la huelga", informa el presidente del comité, Julio Maceiras. La concesionaria rehusó ayer pronunciarse sobre el posible conflicto.

Los empleados denuncian que "los salarios están congelados desde 2013 y tampoco hay pluses". "Es una vergüenza", apunta Maceiras, quien defiende que "no hay otra forma de presionar" a Concello y Albada que "hacer paros". La plantilla prevé iniciar movilizaciones en abril con protestas en la plaza de María Pita.

Aunque será en la asamblea de la próxima semana cuando se decidan los pasos a seguir, el presidente del comité asegura que "todo indica" que habrá huelga. "Esperemos que sí. La gente lo tiene claro, quiere llevar algo a casa porque sigue con los mismos sueldos que hace seis años", analiza.

Una situación similar llevó a la plantilla de Nostián a la huelga en 2011, cuando también solicitaba un incremento de los salarios. Aquel conflicto fue secundado por el 98% de los trabajadores y se prolongó durante siete días, hasta que se firmó un convenio „que finalizó en 2012„ en el que la empresa estaba obligada a pagar a los trabajadores la subida del IPC durante dos años e implantar un sistema de libranzas de tres sábados de descanso y uno trabajado. Los vecinos de Nostián se quejaron entonces de los malos olores, que con los días se fueron notando en el resto de la ciudad.

El conflicto laboral se repitió en 2013, pero esta vez duró 108 días hasta que la plantilla y la empresa llegaron a un acuerdo para readmitir a los operarios despedidos y garantizar un pacto de estabilidad laboral que expiró en diciembre de 2014. "Desde entonces no se nos ha subido el sueldo", señala Maceiras.

Aquella huelga dejó su huella en la ciudad. Lo que podría ocurrir en solo uno meses si los trabajadores de Nostián deciden convocar el paro. Además de los malos olores, la basura se acumuló por las calles de la ciudad, pues los trabajadores de Cespa tuvieron dificultades para completar su trabajo e incluso amenazaron con unirse a la huelga. Además, se registraron incidentes: ruedas pinchadas de camiones de la recogida de residuos, lanzamientos de piedras y agresiones.

La inactividad en la planta de Nostián, cuyos empleados se negaron a cumplir los servicios mínimos fijados por el Ayuntamiento, provocó también que se desviase la basura de la ciudad y la comarca a Somaga, en el concello de Cerceda. Tuvo que intervenir la Policía Nacional y la Local para que los camiones entrasen en Nostián.

El Concello tiene pendiente renovar el contrato de gestión de la planta de Nostián ya que la concesión a Albada finaliza el 1 de enero de 2020. El presidente del comité, Julio Maceiras, explica que han trasladado sus "propuestas" al Gobierno local para incluirlas en el pliego de condiciones. "Han tardado diez díaz en decirnos algo y, en principio, nos reuniremos con ellos la próxima semana", avanza.