Mientras decenas de personas hacían cola en Durán Loriga para ver la proyección de Pasos de baile, el actor John Malkovich se paseaba por la biblioteca del Centro Galego de Artes e Imaxes con interés por descubrir nuevas joyas. Y es que el estadounidense, aunque ha actuado en más de setenta películas y ha trabajado como guionista, director y productor, prefiere un buen libro. "Nunca he sido un cineasta. Siempre he sido más de literatura o teatro", confiesa.

En su visita a la ciudad, Malkovich participó en el ciclo Vai e vem. Carta blanca a Chema Prado, con el que se homenajea al exdirector de la Filmoteca Española, quien eligió incluir en el programa Pasos de baile, un thriller dirigido por el norteamericano con Javier Bardem como protagonista. "Solo la vi en Venecia en 2002. Nunca la he vuelto a ver, ni un minuto", comentó Malkovich antes de entrar a la sala de cine, en la que le esperaban sus admiradores, dispuestos a conseguir un selfie con el actor.

Su tono es sereno y tranquilo, como su andar, y se toma su tiempo para encontrar las palabras adecuadas para expresar sus emociones y opiniones. Asegura que la industria del cine ha cambiado mucho, ya que cuando empezó "los estudios eran poderosos y todo se centraba en cómo Hollywood respondería". Ahora han aparecido nuevas plataformas, como Netflix, que generan polémica entre los cineastas. Pedro Almodóvar, en contra, y Alfonso Cuarón, a favor. A Malkovich le cuesta más posicionarse, pero tiene claro que la forma de consumir ha sufrido un cambio. "No se puede controlar lo que hace la gente. Sí se le puede advertir, pero no controlar. Ahora la gente prefiere ver cosas en el ordenador o en el móvil así que no creo que estas plataformas sean malas. Tampoco sé si el cine existirá en 20 años", analiza el actor.

A sus 65 años, John Malkovich está inmerso en varios proyectos cinematográficos. Uno de ellos 100 Years-The Movie You Will Never See, película que, como su propio nombre indica, no se verá hasta dentro de cien años. "Pensé que podría estar bien y ser divertido. Aunque no la veré pero está bien porque hay muchas películas que no veo", bromea el actor, que confiesa haber crecido "en un pueblo pequeño, poco cultural" en el que la única opción de ver mundo era "a través de la literatura". Su visita coincidió con la del Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien defiende que "no hay que tomarse el cine muy en serio". Malkovich opina lo mismo, advirtiendo que "hay que tener en cuenta" lo que rodea al mundo cinematográfico. Además de volver a ver Pasos de baile, Malkovich ha disfrutado de un "buen vino" entre amigos, aunque es incapaz de recordar el nombre. Lo que tiene claro es que "la vida solo pasa una vez y hay que disfrutar la carrera".