L a llegada de Juanjo Ocón a la Banda coruñesa ha significado, al menos, dos importantes aportaciones: la primera, dar continuidad al trabajo que había realizado el anterior titular, Andrés Valero Castells, con lo cual la agrupación ha experimentado un notable crecimiento; y, la segunda, otorgar un sentido participativo a los conciertos, incardinando incluso la Banda con otras asociaciones e instituciones de la ciudad y de toda Galicia. Valga como paradigma --hay muchos más ejemplos„ este acto musical en el que han participado instituciones de A Estrada para dar un sentido teatral a la obra de Couceiro que describe la desigual batalla que tuvo lugar en Matalobos entre campesinos armados con enseres domésticos y aperos de labranza contra tropas regulares francesas, invasoras del territorio español a principios del siglo XIX, debidamente pertrechadas. La partitura, muy bien escrita, resulta descriptiva de los hechos que además se ofrecen en una visión semi representada merced a la actuación de hasta once integrantes de la Escola de A Estrada. Debido a ello y a una versión espectacular de la Banda, el público manifestó un enorme entusiasmo y sus largas ovaciones „también para el compositor, presente sobre el escenario„ fueron premiadas con una preciosa versión de Negra sombra, de Montes, en su versión original „la mejor, sin duda„, aunque provista de una introducción breve y notable del propio Juanjo Ocón en la que destaca un bello diálogo de flauta y violonchelo. Por lo demás, queda reseñar otro gran momento de la agrupación en una obra difícil y de instrumentación impactante: October, del compositor norteamericano Whitacre. También resultó brillante la partitura del levantino Taléns, fallecido hace pocos años (2012). En la Fantasía sobre temas gallegos, de Couceiro, Ocón adoctrinó a los asistentes para que aportasen sus voces al conjunto. El resultado, discreto: no era fácil empresa, incluso para un público dotado de muy buen oído.