Un vendedor ambulante ha sido condenado a tres meses de prisión por resistencia y lesiones a los tres policías locales que le sorprendieron en la calle Real con bolsos. Los agentes municipales sufrieron las heridas en el forcejeo con el vendedor cuando intentaron evitar que arrojara al suelo sus productos para evitar que le fueran intervenidos, según consta en la sentencia emitida por el Juzgado de lo Penal número 4.

La Audiencia Provincial acaba de ratificar este fallo, pero ha rebajado de seis a tres euros la multa diaria a la que deberá hacer frente el condenado durante tres meses. Contra la sentencia no cabe ya recurso ordinario.

La Audiencia estima parcialmente el recurso del condenado porque, aunque entiende que la multa inicial de seis euros diarios es "módica y usual, cercana al mínimo legal, y ponderada", la rebaja es "más proporcionada a la situación" del condenado, dedicado a la venta ambulante en la calle. Este es el único dato conocido, según el fallo, sobre la situación económica del vendedor, del que se carece de información sobre sus ingresos, obligaciones o cargas familiares. La Audiencia rechaza una rebaja mayor de la sanción, a dos euros diarios, como pedía la defensa en su recurso, porque este mínimo legal "debe entenderse aplicable únicamente" a los supuestos de "indigencia o falta total de recursos, que no es el caso".

La sentencia del juzgado "es cualquier cosa menos nula", razona la Audiencia sobre esta solicitud de la defensa en el recurso. En la imposición de una pena de tres meses de prisión, que el hombre no cumplirá si carece de antecedentes penales, tanto el juzgado como la Audiencia tienen en cuenta la atenuante de "retrasos no imputables al acusado". La causa se recibió en el juzgado el 25 de marzo de 2015 y el juicio no se celebró hasta el 7 de noviembre de 2017.

Según los hechos considerados probados por la Justicia, el procesado realizaba labores de venta ambulante en la calle Real en 2014 cuando un policía local en funciones de control de esta actividad se dirigió a él.

El acusado arrojó al suelo los bolsos que llevaba "a fin de evitar que le fuesen intervenidos". El agente le agarró para impedírselo y el ahora condenado "comenzó a bracear de forma airada, forcejeando con el mismo para zafarse".

Otros dos agentes acudieron "en apoyo de su compañero", mientras el vendedor "continuó con su comportamiento exaltado, braceando y forcejeando, por lo que los agentes tuvieron que reducirle haciendo uso de la fuerza indispensable", recoge la sentencia. El hombre fue detenido por la "fuerte resistencia desplegada".

Solo uno de los policías locales reclamó indemnización en el juicio por las lesiones sufridas: una distensión en el hombro izquierdo con tendinitis, por la que estuvo 28 días de baja laboral. El juzgado impuso al condenado que indemnizase con 1.260 euros al agente. Sus dos compañeros sufrieron heridas menores que no les obligaron a coger la baja.