El plan para crear un gran parque arqueológico urbano en torno al castro de Elviña nació ambicioso y, por tanto, caro. El desarrollo dio sus primeros pasos sin tener, ni mucho menos, una financiación cerrada. Francisco Vázquez resolvía en 2003 el concurso de la Casa de la Historia, el proyecto estrella para acompañar al yacimiento al tiempo que él y concejales intentaban sin éxito que la Xunta e incluso en Gobierno central financiasen la actuación. Nunca llegó y el interés fue muriendo. También por el elevado coste. Calculaban entonces que sería, incluido el museo, de 14,5 millones de euros, justo la cantidad que se calcula que tendrán que abonar las arcas municipales tras la resolución del Supremo. De cinco fases, se expropiaron dos. Completar hoy en día el proyecto tendría un coste mayor. Teniendo en cuenta las resoluciones recientes y los precios impuestos por el jurado de expropiación, el Concello necesitaría al menos 10 millones para hacer frente a la adquisición de suelo pendiente.

Son dos centenares de fincas que están en un limbo. El planeamiento urbanístico las destina a la creación de un parque que nadie tiene intención de desarrollar, al menos tal y como está concebido en el plan especial en vigor, de 2003. En la tercera, cuarta y quinta fase de expropiaciones (para completar la zona verde, el mirador y la urbanización con el campus, con 392.452 metros cuadrados), se preveían invertir 5,18 millones, pagando 10 euros por metro cuadrado del suelo no urbanizable y 26 por el suelo urbanizable. Por el suelo no urbanizable sin restos se acabaron pagando, en general, 20 euros por metro cuadrado y por otras zonas urbanizables del entorno, 50.