Uno de los tres detenidos por el asalto a un chalé de Guísamo en 2012 fue absuelto del delito de robo con violencia en casa habitada y el delito de lesiones que se le atribuían. La presunción de inocencia del hombre, de 50 años, no fue desvirtuada al no encontrar pruebas que lo incriminasen. Los otros dos detenidos ya fueron condenados por esta causa en julio de 2017.

Los hechos sucedieron hace siete años, cuando tres encapuchados rompieron el cristal de la puerta trasera de una vivienda de Guísamo y accedieron a su interior. Uno de los residentes, que estaba dormido, se despertó por los ruidos y sorprendió a los condenados y a otra persona no identificada, según la sentencia, ya que llevaba un pasamontañas.

Uno de los individuos, que portaba una barra de metal, golpeó en la cabeza a la víctima, que quedó inconsciente. A continuación le ataron las manos a la espalda para que estuviese inmovilizado. Por esto sufrió diversos daños y necesitó atención médica durante 25 días, apunta el fallo.

Otro de los hombres que accedió al interior llevaba una escopeta. Poco después apareció en la vivienda la pareja sentimental de la víctima. Los tres encapuchados le exigieron dinero y la mujer les señaló donde estaba la caja fuerte. Además, le quitaron 250 euros del bolso y su pasaporte. Los asaltantes se llevaron aparatos electrónicos y diferentes enseres que fueron valorados en 5.650,50 euros así como joyas por valor de 507,83 y el coche del residente, un Audi TT de 6.403 euros. En el chalé se causaron desperfectos por valor de 247,88 euros. Antes de abandonar la vivienda, los individuos ataron a una barandilla a la pareja del hombre.

La Fiscalía pedía para el tercer hombre cinco años de prisión por un delito de robo con violencia y cinco años por el delito de lesiones, además de indemnizar a los afectados. Fue detenido en mayo de 2013 y se acordó prisión provisional. Logró la libertad provisional con una fianza de 2.000 euros, que se depositó en mayo de 2014. De nuevo se acordó la prisión provisional en diciembre de 2018, situación que se mantuvo hasta este mes de marzo.

La defensa solicitó su libre absolución al entender que no estaba probado que el hombre se encontrase en el lugar de los hechos. La Audiencia Provincial decidió absolverlo al entender que la presunción de inocencia no se había desvirtuado. El acusado negó su participación en el asalto y aunque aseguró tener relación con uno de los condenados, dijo que solo tenían una actitud "conciliadora" porque residía con su entonces suegra. Los dos condenados son los que implican al tercer hombre en estos hechos, pero sus testimonios "no se producen en el acto del juicio", por lo que no son pruebas testificales. La víctima, además, no lo identificó, ya que asegura que "perdió el sentido en poco tiempo" y las tres personas tenían sus rostros cubiertos. Además, dijo en juicio que "no conoce de nada" al detenido.

Los agentes, además, señalaron que la detención de este hombre se produjo por las declaraciones de los otros dos implicados, sin que se encontrasen en los registros domiciliarios relación entre ellos. Las actuaciones policiales y judiciales para hacer el seguimiento de un teléfono no vincularon el asalto con el detenido, tan solo con la pareja sentimental de uno de los otros dos condenados. Pruebas no concluyentes que llevaron a la Audiencia Provisional a decidir su absolución sin imposición de costas.