El descanso eterno tiene caducidad. Está en el mercado: se vende y se compra. Con precios para todos los bolsillos, según preferencias. Las unidades funerarias tienen cabida en las redes de anuncios y en los portales inmobiliarios, que unen a ofertantes y demandantes de nichos, tumbas, ceniceros y panteones. También por vía judicial se pone a disposición de los interesados el reposo de restos mortales. Ayer mismo el Boletín Oficial del Estado publicaba el anuncio de la subasta de un nicho en el cementerio municipal de San Amaro. El precio, casi 12.000 euros, sin puja mínima.

El valor es el mismo en que están tasadas otras unidades de enterramiento de idéntico tipo que sitúan portales como Mil Anuncios o Tablón de Anuncios también en San Amaro, el cementerio coruñés con más presencia en sitios de internet. La ubicación del nicho o del panteón, la accesibilidad al mismo, su capacidad, si está vacío o no, o características concretas de la lápida condicionan el precio, negociable en muchos casos o sujeto a trámites de transferencia, según indique el anunciante. El nicho que acaba de poner en subasta un juzgado coruñés está situado en el departamento primero de San Amaro y es más económico que otros a la venta en el mismo cementerio que se elevan a 18.000 euros y se aleja de otros más baratos, a 3.000 y 5.000 euros.

Un nicho, como un panteón, es parte del patrimonio municipal, que ofrece este bien a las familias en régimen de concesión. Pero no todas mantienen el lecho de sus seres perdidos hasta el final de la misma y antes de que acabe el plazo pretenden vender el nicho o traspasar la concesión. En los primeros años de la crisis, con necesidades urgentes de ingresos, crecieron las ofertas. Hoy se mantienen en los portales, que ponen en el mercado nichos en concesión con precios de 6.500, 8.000, 10.000 y 15.000 euros.

El Concello, con cierta periodicidad, revisa el estado de todas sus sepulturas, ceniceros, mausoleos y panteones que hay en San Amaro, unos 20.000. El propósito es actualizar el censo y localizar unidades de enterramiento abandonadas. A finales de 2015 había más de 900 expedientes iniciados o en trámite y el Ayuntamiento daba de plazo a los dueños de sus derechos para ponerse al día en sus pagos o mejorar el estado de conservación; de lo contrario, volverían a manos municipales.

Porque los nichos están también sujetos a cambios, a necesidades de mejora. En San Amaro las va a haber, después de que el Concello reservase 370.000 euros para obras de reparación de las cubiertas, el pavimento y en la red de servicios en el camposanto, autorizadas la semana pasada por Patrimonio.

Este proyecto reconoce la existencia de deficiencias en los módulos de nichos y su entorno "que obligan a su reparación", pero "dada la magnitud del cementerio", las actuaciones se acometerán en las cubiertas, los pavimentos y las redes de servicios del tercer departamento de las instalaciones, unos 3.800 metros cuadrados.

Los tejados a dos aguas presentan roturas en las planchas de fibrocemento y los desagües están atascados, por lo que se producen filtraciones al interior de los nichos. Los módulos no tienen canalones ni bajantes, de modo que el agua cae por las fachadas y las mancha y desgasta.

El suelo del cementerio, que abarca 1.600 metros cuadrados, está formado por una solera de hormigón, con pendiente descendente de oeste a este que presenta múltiples fisuras y grietas en la superficie, así como distintos acabados y parches debidos a las intervenciones realizadas a lo largo del tiempo que también provocan estancamientos de agua.

El Concello actuará también en otros ámbitos de San Amaro, como en el edificio de Servicios Funerarios y con la creación de un parque público ajardinado en la plataforma en la zona sur anexa.