En los últimos veinte años, el número de vehículos retirados por el servicio de la grúa municipal ha ido en retroceso, de los 17.953 que movió en 1999 pasó a cerrar el año 2018 con solo 4.840. El presidente del Sindicato Profesional de Policía Local, mayoritario en el 092, Manuel Aceña, indica que esta reducción a casi una cuarta parte de la actividad de la grúa municipal responde a varios motivos, entre ellos, que su utilización actualmente es de "servicio público" y "no solo recaudatoria para una empresa privada".

Aceña recuerda que, años atrás, las grúas recorrían "siempre los mismos puntos señalados de la ciudad" para llevarse los coches al depósito porque sabían que estaban incumpliendo las normas, a pesar de que no siempre obstaculizasen el tráfico. Estas actuaciones causaron, incluso, enfrentamientos en la Policía Local, ya que había agentes que apostaban por aplicar otro tipo de medidas para evitar que los vehículos aparcasen en lugares no permitidos más efectivas que la retirada del vehículo.

El Gobierno local indica que, una de las razones por las que se registra un descenso en la actividad de la grúa municipal, que marcó en 2018 su mínimo de los últimos veinte años, es que, actualmente, hay tres grúas municipales cuando, años atrás llegó a haber seis. "Estos recursos están vinculados a un pliego elaborado en el anterior mandato y a un contrato que, en el momento del cambio de gobierno, estaba ya en fase de adjudicación, pendiente únicamente de una firma, lo que impidió cualquier reformulación", explican fuentes municipales.

Aceña señala que, a pesar de los números, el servicio es mucho más eficiente ahora que cuando los coches que acababan en el depósito se multiplicaban por cuatro. "No es que se cometan menos infracciones, quizá ahora hay más, sobre todo referidas a la falta de aparcamiento, pero ahora la Policía Local puede llamar para retirar un vehículo y la grúa acude inmediatamente, no tiene que estar esperando cuarenta minutos porque no hay ninguna grúa disponible, como pasaba antes", explica Aceña, que apuesta por poner en marcha iniciativas que aporten "soluciones" a los problemas de movilidad de los que adolece la ciudad, más que castigos a los conductores.

"En la época en la que más coches se retiraban, menos disponibilidad de grúas había y eso implica que, si había un coche que estaba mal aparcado y no dejaba que circulase el tráfico, había que esperar a que llegase la grúa, agravando el problema, ahora, están estacionadas y salen cuando se las necesita", explica.

Según los datos del Concello, los saltos más grandes de descenso en el número de coches retirados de las calles por la grúa se registraron en 2006 y 2008, cuando pasaron de 14.035 vehículos trasladados al depósito a 10.941, también en 2014 y 2015, cuando la caída fue de más de 2.000 coches, de 7.432 a 5.106. Entre 2017 y 2018 hay menos de cien vehículos de diferencia.