Las infracciones a la ordenanza municipal que regula la instalación de terrazas de hostelería en suelo público motivaron el pasado año 30 denuncias, de las que 28 partieron de la Policía Local y dos de particulares. De esas tres decenas solo la cuarta parte, siete, dieron paso a la apertura de un expediente sancionador. Cuatro de ellos se resolvieron ya con la imposición de una multa y el resto están pendientes de veredicto, según responde el Gobierno local a una pregunta escrita del PP en el último pleno. Ninguno de los expedientes incoados hasta ahora a partir de denuncias de 2018 se ha cerrado sin sanción

El Concello no especifica en su respuesta a los populares si las demandas se deben a irregularidades en la instalación hostelera, a incumplimientos de horarios de actividad o al espacio que las terrazas respetan en el espacio público, que desde el verano de 2017 está delimitado en el suelo por chinchetas metálicas en más de una treintena de calles peatonales del centro de la ciudad. Esta restricción puso fin a las quejas de los peatones por espacio insuficiente para transitar y sobre todo de los conductores de vehículos sanitarios por tener dificultades para realizar sus servicios en zonas de superficie reducida.

El Ayuntamiento ha registrado hasta ahora unas 600 solicitudes o aportaciones de documentación para instalar o renovar terrazas de hostelería a lo largo de este año. Solo 18 se corresponden con el permiso para una nueva instalación. De momento Mobilidade ha concedido 130 de esas peticiones y ha denegado dos. Fuentes municipales aclaran que los expedientes sin resolver aún están en trámite y que la administración los analiza por orden de entrada.

Uno de los propósitos de la concejalía en el mandato ha sido la regularización de las terrazas de los negocios hosteleros, ya que no todas en la ciudad se ajustan a los requisitos que determina la ordenanza municipal reguladora. La primera zona de influencia en ser abordada ha sido el centro urbano por los espacios reducidos.