Los agentes que intervinieron la madrugada del jueves al viernes en el crimen de la calle Honduras registraron tanto la habitación en la que se produjo el estrangulamiento como la maleta y la bolsa que portaba el autor confeso de los hechos tras el ataque. En el cacheo que le hicieron al detenido, los agentes se incautaron de un teléfono móvil, que Ramón Darío R.F. confirmó que era suyo y que permitió a la Policía Nacional que lo investigase. En el cuarto, según explicó el arrestado y comprobaron los agentes, había dos móviles más, ambos propiedad del fallecido, pero de los que el presunto homicida conocía el código de seguridad. Los agentes se llevaron del escenario algunos de los enseres de la víctima, como su pasaporte y una historia clínica de emergencias, así como los dos teléfonos. Los policías sumaron a la causa otros elementos, como llaves y dispositivos de memoria, como una tarjeta y un USB. En la bolsa de deportes que el autor confeso de los hechos tenía en la mano cuando llegaron los agentes, había ropa y productos de aseo y, en la maleta, unas zapatillas y productos energéticos, entre otras cosas.