Con solo un puñado de metales, percusiones, voces y cuerdas, hay ocasiones en las que pueden construirse países. A veces son los aires clásicos del blues de Estados Unidos, que se dibuja como un espejismo cuando un grupo de jazz sube a escena, o los giros de los polvorientos caminos de la India, si el que se escoge es el sonido hindú. Cuba, en todo el esplendor de su energía, es el punto del mapa que ha querido recrear Timbabana, el nuevo proyecto que presentará esta noche el Garufa Club. El local, casa franca habitual para los ritmos latinos de A Coruña, será la sede de estreno de la banda, que desatará su música en la pista a partir de las 22.30 horas.

Traer al norte un pedazo del Caribe no es una empresa fácil, pero se vuelve más sencillo si el impulsor es buen conocedor de la tierra. Eso es lo que les sucede a los integrantes de esta nueva agrupación, ideada por el pianista Sergio Delgado, que ha reunido en sus filas a una docena de músicos que, como él y salvo su hijo, proceden de la isla. El estilo que interpretan es la timba, uno de los más populares del país. Mezcla de funk, jazz y música cubana, la banda hará en su debut un "pequeño recorrido" por el género, con un "toque" que suaviza la agresividad natural de sus cadencias.

"Será como recordar a los cubanos que están aquí la música que añoran. Es la que suena en sus calles, y solo la pueden escuchar si viajan allí. Con nuestro grupo, se ahorran el pasaje", dice con humor Delgado, al que siempre le picó "el gusanillo" de la timba. Colaborador en grupos como Son al Son y Son de Camagüey, el pianista tuvo ya otro proyecto dedicado al género, La Timba. "Sonaba bien", asegura, pero le faltaba esa chispa y "sabor" del estilo tocado por nativos y no por españoles.

Su nueva formación la lideran los cantantes Nene Teuntor y Yanet Carraza, que compartirán sus voces respaldados por platos, bajos, metales y teclas. Tras la batería tendrá Delgado a alguien especial, su hijo Christian, que animó a su padre con su insistencia a poner en marcha el proyecto. El músico cuenta que su descendiente es "su talismán", y el que le dijo que "era hora" de ponerse manos a la obra con la timba. Un mes de arreglos apresurados y ensayos "a contrarreloj" después, el grupo está a punto y con repertorio cerrado, que incluye temas de artistas como Maykel Blanco, Azúcar Negra y baladas como La vida loca.

Las canciones encuentran su demanda mayoritaria entre los cubanos, y una recepción un poco más fría entre los gallegos. Delgado sabe la realidad a la que se enfrenta, pero no le desanima, porque también ha encontrado focos de interés en los coruñeses. "Es una minoría, pero hay gente a la que le gusta mucho la música cubana. Puede reunir público para un local, aunque sé que no para un auditorio", dice el pianista. Pase lo que pase, confiesa, él quiere quitarse la espina. "Quiero tocar, aunque no vaya nadie, y espero que haya continuidad. Pero, como dice el cubano, el futuro ya pasó, vivimos el día a día. De momento, estaremos en el Garufa".

UN CUBANO MUY GALLEGO

Hace tiempo que Sergio Delgado hizo de A Coruña su segundo hogar. "Me encanta Galicia, y sobre todo esta ciudad. La gente es muy agradable", asegura el pianista, que aterrizaba en el norte de la mano de Latina Show. El grupo llegó a España en 1994, y trabajó en distintas verbenas haciendo sonar su música cubana. El tour terminó, pero no se marchó con él, sino que decidió cambiar las arenas del Caribe por el tiempo menos templado de esta parte del país.

En A Coruña, en la que lleva ya 25 años, se convirtió en un artista polifacético. Durante un tiempo tocó en orquestas, labor que sustituyó más tarde por las clases, y luego por la producción musical. Hace poco estuvo en Madrid, preparando una banda sonora. Era la de la serie Lobos e cordeiros, una nota más en un currículum dedicado a "aprender" y a no dejarse "encasillar".