Los trabajadores de Nostián han suspendido la huelga en la planta de tratamiento de basuras, al menos hasta el 30 de abril. El acuerdo no es con la empresa, Albada, sino con el Ayuntamiento. La plantilla y el Gobierno municipal firmaron ayer un acuerdo para abrir una mesa de negociación para que las mejoras laborales que pretendían con el paro se incorporen al nuevo contrato de la planta y tengan que ser asumidas por la nueva gestora. Los operarios exigen garantías de que se mantengan los puestos de trabajo tras el fin de la concesión actual, que tiene puesta la fecha de caducidad el 1 de enero de 2020. El comité de empresa advierte de que la huelga "queda en un cajón" pero que "legalmente sigue activa".

La huelga indefinida estaba convocada para este domingo, a partir de las diez de la noche. También se aplazaron otro tipo de acciones como el piquete informativo previsto para la jornada dominical en la planta y las movilizaciones ante el Palacio de María Pita programadas para la próxima semana. Todo a las puertas de la campaña electoral. El último paro, el de 2013, se había prolongado durante 108 días.

La pretensión de la huelga era forzar a Albada a mejorar sus condiciones laborales para los convenios de 2018, 2019 y 2020. Exigían al Concello que mediase y tomase parte activa en la negociación, en la que se mantenían posturas muy separadas.

La reunión mantenida entre los trabajadores y el Ayuntamiento ayer por la mañana a instancias del Gobierno municipal acabó en un acuerdo y una prórroga de dos semanas para encaminar compromisos para el próximo contrato. La concejala de Medio Ambiente, María García, expresaba su satisfacción tras el aplazamiento. "Creemos que el Concello tiene mucho margen para garantizar el empleo digno en las concesiones municipales y esta es la solución que defendimos desde el principio", explicó tras la firma.

La edil apostó por introducir "esas cláusulas necesarias en los pliegos de contratación que recuperen los derechos laborales perdidos en el pasado" en lugar de una "negociación con una empresa que realmente se niega a negociar y a lo mejor puede estar usando la situación para obtener otro tipo de beneficios que no están encima de la mesa en estos momentos y que no tienen que ver con las demandas de los trabajadores". María García manifestó que se trabajará en unas "cláusulas sociales que blinden los derechos laborales" y que sean "obligatorias para la empresa que vaya a gestionar la siguiente concesión".

Todos los sindicatos con representación en el comité de empresa han firmado el acuerdo. El presidente del órgano social, Julio Maceiras, insistía ayer en que se trata de un aplazamiento, no de una suspensión. "Que quede claro que queda en el cajón pero legalmente está activa", respondió el representante sindical, que explica que a partir del lunes se sentarán con el Concello para negociar la incorporación de sus exigencias al pliego de condiciones con el día 30 como fecha "límite". "El Concello señala que tiene todo el interés y nosotros también", comentó.

El delegado de la CIG, Hadrián Canosa, explicó por su parte que esperan "garantizar" sus derechos y sus condiciones de trabajo "a medio y a largo plazo". Explica que la mesa con Albada sigue abierta pero sin avances en la negociación. "De hecho ni nos convocaron a ninguna reunión a días de la huelga", lamentó.