Un hombre fue detenido por la Policía Nacional después de que encañonase en la cabeza al propietario de la cervecería Canosa y apretase el gatillo con el arma descargada. El incidente ocurrió en la madrugada del sábado al domingo, sobre las 01.30 horas, cuando todavía quedaban clientes en el establecimiento del número 198 de la ronda de Outeiro pero se aproximaba la hora de cierre. "Entró pidiendo un cargador y le dije que no tenía. Después me dijo si le ponía una cerveza pero también contesté que no, que estábamos cerrando", explica el dueño del local, Ramón Vázquez Canosa.

Aunque el hombre, "de unos 50 años", insistió para conseguir su consumición, decidió irse. En su camino hacia la puerta, cuenta Canosa, un cliente le dijo algo y "el agresor se alteró". Entonces se dio la vuelta, fue directo hacia el propietario del bar, que estaba en la barra, y sacó su arma. "Creí que la pistola era de juguete", confiesa. En ese momento le encañonó y apretó el gatillo, pero no salió ninguna bala. Estaba descargada. "Al ver la situación, se le echaron encima dos clientes", recuerda Ramón Vázquez. Los tres cayeron al suelo, donde forcejearon. En la caída, uno de los clientes se hizo daño en una pierna y tuvo que ser trasladado.

El dueño del establecimiento, que asegura que "en 28 años" de actividad esta es "la primera vez que ocurre algo así", aprovechó para llamar a la Policía Nacional. Durante la pelea, cuenta Vázquez Canosa, al hombre "se le cayó el arma", por lo que la guardó hasta la llegada de los agentes, que confirmaron que era real.

"Entre seis y siete" personas que todavía estaban en la cervecería lograron inmovilizar al agresor, que sacaron a la calle, donde consiguió zafarse y escapar. En cuando llegaron los agentes del 091, los testigos describieron al hombre, que fue detenido poco después en la zona de la Sagrada Familia, donde se encuentra el local. La Policía Nacional regresó a la cervecería con el detenido y fue identificado por el propietario y los clientes.