Un juzgado ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre detenido tras encañonar al propietario de una cervecería en la Sagrada Familia ha sido enviado a prisión provisional comunicada y sin fianza. La autoridad judicial lo investiga por lesiones, amenazas y tenencia ilícita de armas.

El agresor entró en el establecimiento del número 198 de la ronda de Outeiro en la madrugada del sábado al domingo, cuando el dueño estaba a punto de cerrar pero todavía había clientes en su interior. El propietario del bar, Ramón Vázquez Canosa, detalló que el hombre entró pidiendo un cargador y ante la negativa, pidió una cerveza pero le dijo que ya estaban cerrando y que no podía atenderle. Insistió un par de minutos pero acabó desistiendo y cuando estaba abandonando el local, otro cliente le increpó. "Se alteró mucho", recordó Vázquez Canosa.

Ahí comenzó la trifulca. El agresor sacó una pistola y se la puso al propietario de la cervecería, que se encontraba apoyado en la barra, en la cabeza. Apretó el gatillo pero el arma estaba descargada. Canosa creyó que era "una pistola de juguete", pero poco después los agentes de la Policía Nacional confirmaron que era de verdad.

La discusión no acabó ahí. Dos clientes del bar se lanzaron a por el hombre cuando vieron que este sostenía la pistola en alto. Cayeron los tres al suelo y uno de ellos se golpeó en una pierna, por lo que tuvo que ser trasladado al hospital. En ese momento, el dueño llamó a la Policía Nacional y, "entre seis o siete personas" sacaron al individuo a la calle, aunque consiguió escaparse.

Los agentes tomaron datos sobre su descripción y lo detuvieron poco después por las calles de la Sagrada Familia. El 091 lo llevó de nuevo a la cervecería, donde los testigos lo identificaron. y se procedió a su detención. Ayer fue enviado a prisión provisional comunicada y sin fianza. A pesar del incidente, la cervecería „que cuenta con 28 de actividad„ volvió a abrir el domingo.