Acción artística frente a la degradación en el barrio del Orzán. Esta es la idea del Concello para un festival que se celebrará el próximo día 19 y cuyo anuncio ha tenido distinta acogida en la zona. Mientras los comerciantes consideran que la idea es "brillante" y que nuevos murales en paredes, medianeras o verjas podrían atraer a visitantes, los vecinos rechazan la idea de plano, afirmando que el "problema" son los grafitis que, dicen, plagan propiedades privadas, por lo que piden "respecto" y no que se "promueva" la pintura callejera.

La concejala de Medio Ambiente, María García, presentó ayer el Ruarte Fest, que buscará que propietarios cedan de forma voluntaria espacios en la vía pública donde varios artistas seleccionados puedan realizar murales. El plazo para que se inscriban tanto los dueños de los espacios como los creadores comenzará mañana a través de una página web y se extenderá hasta el 8 de mayo.

La participación para ambas partes será gratuita, pero los pintores contarán con 200 euros para comprar material y un jurado compuesto por personal del departamento municipal premiará los mejores murales con premios de 300, 500 y 800 euros. El festival al aire libre en el barrio del Orzán tendrá actividades para niños y los creadores trabajarán en las pintadas entre las 8.00 y las 20.00 horas. Este evento da continuidad al programa Ruarte, que esparció murales en distintas partes de la ciudad, como A Cubela, la calle Caballeros o Costa Rica. Según García, el festival servirá "para fomentar el acuerdo entre artistas y vecinos del barrio y propietarios de locales comerciales y de hostelería".

Pero este pacto no está tan claro desde el punto de vista de los vecinos, que califican la iniciativa municipal de "absurda". "Lo que hay que hacer es educar, enseñar a respectar la propiedad ajena y, si no lo hacen, sancionar", expone el presidente vecinal de la asociación Ensenada del Orzán, José Luis Méndez. Los residentes denuncian que el Concello va "en la dirección errónea" porque consideran que "da por bueno" pintar en propiedades privadas.

Pese a que Méndez reconoce que es "perfecto" que los locales de hostelería o comercio quieran "proyectar una imagen" y contraten este tipo de decoración para sus fachadas o cierres, subraya que la mayor parte de pintadas que se encuentran en las calles del barrio son "una porquería". Méndez apuesta por iniciar la educación para evitar futuros actos vandálicos desde la infancia, con programas desde la escuela.

Reclamo

Desde la Asociación de Comerciantes Soho-Orzán, su presidente Alberto Busto defiende la idea y recuerda que la propia entidad ya impulsó un plan para pintar murales en locales de la zona. "Financiamos tres o cuatro y se conservan, solo habría que repararlos un poco", recuerda. El artesano, propietario de Chueco, apunta que este tipo de intervenciones no solo "embellecen" sino que suponen un "reclamo", ya que comenta que ya ha visto a varias personas en los últimos meses sacándose fotos con algunas de las pintadas.

Busto tiene hasta detectadas algunas paredes en las que los nuevos murales podrían encajar y que en la actualidad están "emborronados". Subraya que tanto los que financió la asociación de empresarios como los que colocaron hosteleros o comerciantes por su cuenta, en fachadas o verjas metálicas de cierre, "son respetados" por lo que, comenta, animará en los próximos días a vecinos y propietarios de negocios a que pongan a disposición del Concello sus propiedades para que puedan ser decoradas en el Ruarte Fest. "Son cuadros, obras de arte, y la gente los valora y los aprecia. Y quedan muy bien", defiende el portavoz de los empresarios.