Un juzgado de A Coruña ha suspendido durante tres años el acuerdo al que había llegado un atracador de entrar en prisión durante dos años y medio por haber robado 115 euros de una tienda de golosinas en Arteixo el pasado mes de enero blandiendo un cuchillo para amenazar a la dependienta. El joven, de 21 años, ha aceptado realizar un tratamiento de desintoxicación de sus adicciones, lo que ha motivado la anulación temporal de la pena.

La Fiscalía había pedido para el encausado cuatro años y nueve meses de prisión y una indemnización económica de 300 euros pero, a través de su abogado, Diego Reboredo, llegó a un pacto en el que se reducía la pena a dos años y medio, aplicándole el atenuante de drogadicción. El acuerdo incluía también el pago de la cuantía solicitada por la fiscal, tanto para la propietaria del local comercial como para la dependienta, que sufrió lesiones en el forcejeo que protagonizó con el atracador durante el robo.

La Guardia Civil detuvo a principios de febrero al hombre acusado de haber asaltado la tienda de golosinas ubicada en el número 14 de la calle Médico Amenedo Casabella, en Arteixo, el 26 de enero sobre las cinco de la tarde. El escrito de acusación relata cómo el joven accedió a la tienda con un cuchillo, que sacó de su ropa, y exigió a la trabajadora que le entregara la recaudación de la caja registradora al tiempo que le decía "dame el dinero, dame el dinero o te mato". En la pelea entre ambos, la mujer resultó herida en el antebrazo derecho con una abrasión que necesitó de asistencia médica y cinco días de curación, aunque no tiene actualmente secuelas.

Los agentes del Instituto Armado siguieron la pista del joven desde el día de los hechos y lo arrestaron cuando salía de una casa de apuestas. El Juzgado de Instrucción 1 decretó el ingreso en prisión ese mismo día. Posteriormente, a finales de marzo, la fiscal lo acusaba de un delito de robo con violencia e intimidación y de un delito leve de lesiones y apuntaba que no tenía antecedentes penales.

Con el acuerdo al que llegó el abogado del encausado, Diego Reboredo, se evitó el juicio, para el que estaban citados más de cinco testigos y afectados.