Una de las seis opciones manejadas inicialmente por el Gobierno local para cumplir la sentencia judicial que obliga a cambiar la distribución urbanística del parque del Agra pasaba por devolver a la parcela que ocupaba la antigua residencia de las Adoratrices, que será excluida del ámbito, la calificación que tenía en el plan general de 1998: equipamiento asistencial privado. De este modo, se impediría la construcción de viviendas en esta zona del polígono, propiedad del empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián. Pero tal solución no habría permitido que existiese conexión visual ni peatonal entre el resto del parque del Agra y la calle Gregorio Hernández, motivo por lo que fue descartada por el Ejecutivo local.

La permeabilidad entre las dos zonas, que garantiza el paso de los peatones del área de la ronda de Nelle a las zonas verdes del futuro parque del Agra, sí es posible con otras alternativas, entre ellas la escogida por el Ejecutivo local, que aprobará hoy en junta de gobierno. La solución retira la calificación de suelo urbano no consolidado que tienen en el plan general en vigor, de 2013, a dos superficies: las que abarcan el Camiño do Pinar -desde Peruleiro al Agra do Orzán- y el terreno de las Adoratrices, que pasan a tener la condición de suelo consolidado para que se pueda construir directamente, como, en el segundo caso, ordenaba el Tribunal.

La nueva ordenación supone una rebaja de la edificabilidad, de manera que los promotores con derechos reconocidos podrán construir un metro cuadrado por cada metro cuadrado, una cifra inferior a los 1,24 que tenían antes, y "garantiza las mejores condiciones de posición para las zonas verdes y los recorridos peatonales", según recoge el expediente del cambio urbanístico que hoy aprobará la junta de gobierno.

La modificación variará la volumetría en la parcela excluida de las Adoratrices, al quedar rebajada a dos inmuebles de un máximo de ocho plantas cada uno, frente a lo que señala la ficha del plan general actual, dos bloques de doce alturas y uno de siete. Los futuros edificios estarán separados por un acceso que conectará la calle Gregorio Hernández con los espacios verdes del parque del Agra y la zona en la que se levantarán otras viviendas de cinco, seis y siete plantas, además de equipamientos.

La elección de la alternativa que hoy será aprobada responde a que "se mantienen los estándares de dotaciones previstos, que son mayores que los vigentes en lo referente a espacios libres", apunta el expediente. Su desventaja, que comparte con otras alternativas estudiadas durante la tramitación del cambio urbanístico, es que "supone una fragmentación de la zona verde por la necesaria continuidad del viario para que las parcelas proyectada alcancen la condición de solar". Este inconveniente, añade el documento, se puede superar con "una adecuada urbanización de los viales" con el uso de "plataformas de coexistencia".

Respecto a la exclusión del Camiño do Pinar y su recalificación como suelo consolidado, la alternativa escogida permite el mantenimiento de su carácter como "callejero tradicional" y ordena la edificabilidad: la zona tendrá la calificación de suelo residencial, pero no con edificios de vivienda colectiva como figura en el plan general, sino unifamiliar.

Otras opciones planteadas aportan las mismas ventajas que la escogida, pero por el contrario no permiten la conexión visual y peatonal entre el parque del Agra y su entorno más próximo y reducen de forma significativa las superficies verdes y equipamientos.