Cada barrio guarda en su memoria sus tradiciones y costumbres, su propia historia y evolución. Los mayores la recuerdan y difunden, los jóvenes la heredan o aún la desconocen. No está muerto ese hilo del tiempo, es también latido del barrio, y el presente lo puede recuperar. Con esta idea, vecinos de San Roque de Afuera y Labañou han promovido un viaje por la historia de la zona de la ciudad en la que viven a través de breves grabaciones por medio de teléfonos móviles que recogen hechos, lugares e historias lejanas y no tan lejanas del barrio. Hoy a las ocho de la tarde las mostrarán en el local de la asociación Francisco Rodríguez Otero (ronda de Outeiro, 396).

¿Saben los vecinos que en San Roque, donde hoy se levanta el polígono residencial de Náutica, estuvo hasta 2009 el hórreo más antiguo de la ciudad, desde ese año guardado en un almacén municipal? ¿O que había una capilla y un cementerio al borde del mar, entre las calas de San Roque y la Cetárea? ¿O que cada 13 de junio se celebraba una romería con baile y comida conocida como la Festa dos Porcos, porque en el barrio se criaban muchos cerdos? ¿Saben los vecinos de la zona, y de la ciudad, que por Carnaval, había una especie de comparsa que se desplazaba en un carro arrastrado por vacas por San Pedro de Visma, Peruleiro, Labañou y San Roque?

Estas historias asoman en las grabaciones realizadas a finales del año pasado durante un taller subvencionado por el Concello e impartido por la entidad de dinamización cultural Fur Alle Falle. Los monitores enseñaron cómo grabar y editar vídeos a través de ordenador y teléfono móvil. Entre los cinco interesados con espíritu documentalista montaron una docena de vídeos de entre dos y diez minutos. Esta tarde estarán en la asociación vecinal para hablar de sus creaciones y reflexionar sobre la evolución de Labañou y San Roque, explica el secretario de la entidad, Pablo Leira; al final del acto habrá pinchos y música en directo.

¿Qué tiene de especial San Roque que no tengan otros barrios de A Coruña? "Su tradición rural y marítima lo convirtieron en una zona que parecía que estaba separada del resto de la ciudad, algo que pasó hasta los años sesenta y setenta del siglo pasado", cree Leira. Hasta que no empezó a construirse el polígono de Naútica aún permanecía en pie la década pasada el viejo hórreo en un pequeño núcleo rural de casas unifamiliares.

Hoy, como también se puede advertir en los vídeos no profesionales grabados en el taller, los vecinos de hasta 30 y 35 años conciben San Roque como "una zona cómoda para vivir, bien dotada de servicios y equipamientos". Un lugar consciente de su propia historia, a través de la tradición oral o de un relato capturado por un teléfono móvil.