Tenía en mente pasar frente al atril el resto de su vida, pero acabó fusionando cumbia, hip hop y ritmos latinoamericanos en el escenario. Yaite Ramos, artista cubana afincada en Francia, ha encontrado en el borde de los géneros su lugar en el panorama de la música. Este jueves, 9 de mayo, en el Playa Club (22.30 horas), la cantante ofrecerá sus nuevas mezclas con Bajo el mismo cielo, su último trabajo. El disco marcará el inicio de los festejos de Son Estrella Galicia, que celebra su décimo aniversario.

En trabajos como Piratas

Sí. Yo creo que este es más melancólico, más personal. Es como una ironía a la distancia. En mis canciones siempre hay esa nostalgia hacia el país.

¿Ha llevado allí su proyecto de La Dame Blanche?

Eso lo estoy empezando a hacer ahora. He dado la vuelta al mundo, y lo más lógico es que empiece a trabajar ese terreno, que es bastante delicado. Voy a empezar haciendo algunas obras, y a ver cómo lo abarcamos.

¿Por qué ha tardado tanto en tocar en la isla?

No hemos tenido la posibilidad. Además, y, sobre todo, es una de esas cosas que uno quiere lograr solo. No quiero ir ni con mi padre ni con mi familia como intermediarios, quiero llegar con mis propios medios.

Su padre, Jesús Ramos, dirigía la orquesta Buena Vista Social Club. Tuvo que crecer entre música

Sí, durante muchos años. Yo no me puedo deshacer de esos ritmos, nací con ellos [se ríe].

¿En qué momento deja atrás esa herencia paterna y se independiza a nivel musical?

A nivel musical, mi padre es muy exigente. Los méritos he tenido que buscármelos yo. A él le gusta lo que hago a fuerza de insistir, pero en realidad he tenido que ponerme a prueba yo misma.

Comenzó en la música clásica, ¿el hip hop fue la libertad?

Exactamente. Nunca me imaginé llegar al hip hop, yo estudié para ser una flautista de pupitre en una orquesta. La vida me llevó hasta aquí, pero fue bonito porque me paseé por muchos estilos y nada funcionó tanto como en este momento.

Suena a que La Dame Blanche fue el resultado de un trayecto largo

Fue fruto de un estado de cansancio, de agotamiento, en el que necesitaba hacer salir a la persona que soy con sus defectos y sus virtudes. En las decepciones uno pasa momentos complicados que atacan el autoestima. Esto se debió a esa furia de salir adelante con lo que tengo.

Como La Dame Blanche hace una fusión de estilos. El tema que bautiza el disco, Bajo el mismo cielo

[Risas] Yo a esa vena nunca le he dado nombre alguno, pero en mis shows es verdad que mucha gente me pregunta de dónde sale. Ese acento lo heredamos como cubanos, y está ahí guardadito. Cuando interpreto y estoy dentro del personaje, se me van estas melodías de vuestra casa.

¿Y a la suya? ¿Se plantea volver?

Siempre. Ese es el combate en mi vida. Ya no es ni una amenaza. A veces le digo a mis compañeros de trabajo que me tienen cansada y que me voy a ir a Cuba, y ya nadie me lo cree [risas]. Pero pienso que no voy a envejecer aquí en París. Al final voy a buscar el pan en Cuba.