El aeropuerto de Alvedro se enfrenta a una reunión decisiva esta semana. La Comisión Interministerial de Defensa y Fomento se reunirá mañana y, en su orden del día, tiene la aprobación definitiva de la maniobra diseñada por Enaire, el gestor de la navegación aérea en España, para reducir los desvíos cuando se produzcan condiciones meteorológicas adversas en la cabecera 03, la más cercana al monte Xalo y la que carece ayudas instrumentales a la navegación, a diferencia de la 21, la que está más cerca de la ría, que cuenta con ILS.

En su última reunión, esta comisión interministerial dio su visto bueno en la Ponencia de Navegación Aérea a la maniobra propuesta por Enaire, que se basa en la navegación por satélite. Este sistema marca unas coordenadas por las que cada uno de los pilotos debe pasar para realizar el aterrizaje. Es similar a la creación de un carril por el que los aviones deben navegar para asegurarse de que realizan la maniobra de aproximación de la pista sin problemas.

Fuentes del gestor de la navegación aérea en España indican que, si finalmente, la comisión da su visto bueno definitivo a la implantación de esta maniobra, quedarían aún varios pasos por dar antes de que las compañías „que han colaborado en el proceso de elaboración de esta técnica„ puedan introducirla en sus rutinas y ponerla en práctica en sus vuelos.

Tras el sí de la comisión, la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) debe dar todavía su aprobación a un informe de seguridad que todavía ha de redactarse sobre las condiciones de esta maniobra. En el plan de trabajo falta también que los controladores aéreos reciban formación sobre este nuevo proceso que, a diferencia del ILS, no requiere de la instalación de aparatos en tierra, sino que se realiza con coordenadas y gracias a la navegación por satélite.

Una vez que los controladores hayan recibido esta formación, faltaría que la Publicación de Información Aeronáutica (AIP) de España incluyese la información de este nuevo procedimiento. Tras este paso, quedaría todavía otro, que las compañías introduzcan en sus planes de vuelo las coordenadas para que los pilotos tengan la posibilidad de utilizarlas en caso de necesitarlas.

La cabecera principal de Alvedro es la 21, la que está más cerca de la ría, aunque, en condiciones adversas „como que haya mucho viento en favor del movimiento del avión„ el aterrizaje puede hacerse en la otra cabecera de la pista, ya que el viento ha de soplar en contra del sentido de la aeronave en la maniobra de aproximación.

La cabecera más cercana al monte Xalo carece de ayudas instrumentales para tomar tierra, de modo que los pilotos han de guiarse por lo que pueden ver y por la información que le ofrecen los aparatos del avión, algo que, a veces, hace que los aterrizajes se frustren y que los vuelos sean desviados a Compostela, creando una brecha de viajeros, que no suben a la estadística de Alvedro sino que suman en la de Lavacolla.

No es la primera medida que Enaire toma para intentar frenar los desvíos en esta cabecera del aeropuerto coruñés. En agosto del año pasado, Enaire bajó el punto en el que los pilotos deciden si toman tierra en Alvedro o si se van a otro aeropuerto, ya lo había hecho antes en octubre de 2017, ya que los radioaltímetros ofrecían lecturas erróneas y saltaban a la altura de Montrove, cuando, en realidad, deberían hacerlo cerca de la AP 9, que es donde deciden si aterrizan o no.