La magistrada María Jesús García, que compagina la dirección del juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lugo con una consulta de tarot, ha conseguido plaza en el juzgado de Violencia de Género de A Coruña. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que hace casi un año instruyó un expediente disciplinario contra la jueza por dedicarse a echar las cartas del tarot y cobrar por ello, autorizó su traslado al juzgado coruñés. Se trata de un concurso ordinario en el que logra la plaza el más antiguo de los que la solicitan. Aunque el concurso ya se resolvió, queda la publicación en el Boletín Oficial del Estado para que sea oficial, informaron fuentes judiciales.

La magistrada, que evitó la sanción del comité de disciplina del Consejo por tres votos contra cuatro, ya había ocupado anteriormente un juzgado de Violencia de Género, en Santander.

La afición de María Jesús García al tarot fue sacada a la luz por el diario El Progreso. Un periodista de este medio asistió a una sesión de adivinación en la que la juez llegó a afirmar "la Justicia tampoco acierta mucho" y dio consejos como "te colocas una vela ahora al llegar a casa y la enciendes con una cerilla de madera, luego otra dentro de 15 días y una más el día que tengas el juicio".

Las sesiones de adivinación, según reveló en aquel momento el presidente de la Audiencia Provincial de Lugo, José Antonio Varela Agrelo, costaban entre 15 y 20 euros y era la propia magistrada la que reparte los pasquines en los parabrisas de los coches de la ciudad lucense, en la que decide sobre la situación penitenciaria de un millar de presos de tres cárceles gallegas.