El Copacabana pasa por revisión. Treinta y cinco años de actividad hostelera sin interrupciones y el desgaste estructural causado por las inclemencias meteorológicas y el ambiente marino de su emplazamiento, a pocos metros de las aguas portuarias, obligan al popular quiosco-bar de los jardines de Méndez Núñez a someterse a rehabilitación. El proyecto lo encargó el Concello hace más de un año al arquitecto que diseñó la instalación original en 1984, Xosé Manuel Casabella, y ayer fue aprobado en la Junta de Gobierno Local. Las obras afectarán a la zona de servicio y a la de atención a los clientes; no se trata de trabajos complejos ni transformadores, sino de actuaciones que, según detalla el proyecto, harán más confortable el espacio interior de la cafetería.

Las intervenciones se harán en todas las partes del semicírculo que forma la instalación: el pabellón longitudinal con la cocina, el almacén y los aseos y los tres anillos y el pasillo interior que se disponen a su alrededor, que crean un gran salón acristalado con terrazas cubierta y descubierta, donde se llevarán a cabo mejoras funcionales.

Las cuatro actuaciones principales son la recuperación de la percepción del techo de cristal, la adaptación de los aseos para personas con dificultades de movilidad, la mejora del acceso al sótano y la renovación de los acabados con el mantenimiento de los elementos más valiosos, señala el proyecto de Casabella.

El falso techo de placas de yeso será sustituido por otro de malla metálica deployé y los vidrios de cubierta, por nuevos vidrios térmicos. Con estas soluciones se aprecia mejor la iluminación cenital pero se crea al mismo tiempo un porcentaje de sombra que matiza los efectos del sol, y el cambio de vidrio mejora las condiciones de aislamiento térmico.

Los clientes notarán más comodidad en la terraza gracias a la renovación del cerramiento acristalado vertical, que se reemplazará por carpinterías de aluminio y grandes ventanales fijos y nuevos vidrios de doble hoja de mejor aislamiento. Y en toda la cafetería se renovarán saneamiento, climatización, instalación eléctrica y la cocina industrial.

La inversión en esta puesta a punto del Copacabana correrá a cargo de su nuevo concesionario, según explicó ayer el alcalde, Xulio Ferreiro. La adjudicación, por un periodo de 30 años, finalizó en 2014 y hasta ahora se ha mantenido en precario. La empresa que gane el concurso para la explotación del recinto hostelero tendrá que gastar algo más de 380.000 euros en las obras.

El Concello adjudicó la concesión de la cafetería, que incluía su construcción, a Raimundo Sánchez Seoane en septiembre de 1984, con un canon anual de 300.000 pesetas (1.803 euros). El Copacabana, que se emplazó en un principio frente al Kiosco Alfonso, donde hoy están los juegos infantiles, y luego se situó ante el hotel Atlántico (ahora de la cadena Eurostars), se hizo muy popular por sus tapas y bocadillos de calamares.