El experto en seguridad y privacidad en las tecnologías de la comunicación (TIC), José Torres, impartió ayer en Afundación una conferencia sobre Los menores ante las nuevas tecnologías: beneficios y riesgos. Indica que hay una premisa que siempre se debe tener en cuenta: "Cuanta más información subimos, más vulnerables somos. Sobre todo los jóvenes, porque hay una huella digital que les puede afectar en un futuro, incluso a su vida laboral".

Hay redes sociales como Snapchat o los stories de Instagram que duran 24 horas. ¿Los menores se relajan más, creen que es más seguro?

Los chavales, el hecho de estar detrás de una pantalla, les da una sensación de impunidad, no hacen nunca lo que harían en la vida real, pero lo hacen en el mundo virtual de acceso público. Hay cosas que no tiene sentido alguno de cómo se están utilizando estas herramientas por parte de los más jóvenes y no se dan cuenta de que pueden ser vulnerables o están en prácticas de riesgo, como colgar fotografías con todo tipo de información.

¿Hay algún grupo de edad más vulnerable?

Está claro que a edades más tempranas el riesgo es mayor. Yo he encontrado todo tipo de casos: chavales que a edad muy temprana alertan a sus padres de que están siendo víctimas de algún tipo de ciberacoso y chavales ya adolescentes que no cuentan nada en su casa y a lo mejor ya han sido víctimas de algún tipo de ilícito penal. Está claro que a edades más tempranas, el riesgo es más elevado.

Menciona el ciberacoso, ¿hay algún tipo de señal que deba poner en alerta a los padres?

Siempre hay algunos síntomas como la falta de sueño, o que esté en estado de preocupación, no tener ganas de comer, no querer ir a clase, bajo rendimiento escolar... Hay una cierta sintomatología que debe alertarnos de que algo está ocurriendo.

¿Qué deben hacer los padres? Tanto si su hijo es el acosado como si es el acosador.

Si su hijo es el acosado como si es el acosador, los padres tienen una cierta responsabilidad, uno, dirigirse al Defensor y otros, la reeducación del menor. Cuando alguien sufre algún tipo de humillación o vejación está claro que hay que denunciar. Hay que ponerse en contacto con las autoridades, con el centro docente y habilitar los protocolos que incluso ya están establecidos por la Xunta e intentar reeducar a ese menor que está acosando a una persona, para que estas cuestiones no vayan a más.

Uno de los temas de su conferencia son las adicciones, ¿cómo se puede detectar si un menor es adicto a las TIC?

Los padres son los primeros que detectan estas cuestiones. Cuando un niño o una niña o un adolescente lo ves conectado con mucha asiduidad y le dices que pare, que se desconecte y se vuelve irascible o incluso violento como ha ocurrido en ocasiones, son síntomas de que ese menor está muy enganchado a las TIC. Si no se hace un uso adecuado, repercute en su vida social o escolar.

Como sociedad, ¿cree que somos más laxos, que nos parece un problema menor en comparación con otras adicciones?

Sí, creo que no se le está dando la importancia que tiene estar conectado prácticamente 24 horas, estar pendiente cada cinco o diez minutos a ver si me entra un mensaje, una actualización y todo eso repercute en nuestra vida cotidiana. Hay padres que ya se empiezan a preocupar porque ven que los resultados en sus hijos son bastante sorprendentes, hay chavales que se vuelven violentos, irascibles, que no viven sin el móvil. Es algo que está en nuestra sociedad, pero que hay que darle un uso adecuado y moderado.

¿Es conveniente que los padres estén en las redes sociales en las que están sus hijos?

No es que sea conveniente, es que es su obligación porque los padres son los responsables civiles subsidiarios de todas aquellas actividades que realizan sus hijos, entre ellas, la utilización del móvil. Tienen que tener un conocimiento de con quién se comunica y la información que está utilizando tanto suya como de otras personas, sobre todo de las fotografías. Al principio, cuando se le regala un móvil al niño, hay que aconsejarle, educarle y supervisar un poco su actividad.