El Ayuntamiento ha dado comienzo al proceso para expropiar las conocidas como casas de San José, las viviendas en ruinas al borde de la carretera en la avenida de Finisterre, muy próximas al límite territorial con el concello de Arteixo, que desde la desaparición del poblado de Penamoa en los primeros años de esta década se han convertido en un núcleo habitual de tráfico de droga. La Junta de Gobierno Local aprobó ayer de forma inicial el proyecto de expropiación forzosa de los inmuebles abandonados, que, de culminarse, permitirá la obtención de suelo para mejorar la circulación viaria en ese punto estrecho de la avenida.

El expediente promovido por el área de Rexeneración Urbana da cuenta de que los propietarios de ocho casas, los números 4, 6, 8, 20, 28, 30, 34 y 36, han mostrado su voluntad de transmitir al Concello los inmuebles para poder alcanzar un acuerdo mutuo, lo cual pondría fin al proceso expropiatorio siempre que estén conformes con la valoración municipal de los bienes, que se hará por el procedimiento de tasación conjunta. El Gobierno local reserva un presupuesto de 157.116 euros para ejecutar el proyecto de expropiación en San José, tras establecer un precio de 89,22 euros el metro cuadrado en una superficie total de 1.677 metros cuadrados. El expediente estará expuesto al público durante un mes.

La conflictividad del lugar, denunciado por vecinos de O Ventorrillo y A Silva y trabajadores de A Grela como punto de actividad de traficantes y consumidores de droga, motivó que la Policía Nacional pusiera en marcha a finales del año pasado varios dispositivos de vigilancia, ante el incremento de las protestas en el entorno. Fruto de las investigaciones policiales y las labores de control, la Brigada de la Policía Judicial llevó a cabo el 20 de noviembre una operación con una veintena de agentes y un gran despliegue de medios contra el tráfico de estupefacientes reiterado en la zona. El resultado: siete detenidos pertenecientes a la misma familia en distinto grado de parentesco, entre ellos dos menores de edad que el mismo día quedaron en libertad; y la incautación de muestras de droga (20 gramos de heroína y otros 20 de cocaína) y dos escopetas de balines y una réplica.

Los policías se encontraron en el interior de las casas ruinosas con un espacio insalubre con muebles rotos y colchones sucios, desperdicios, basura, restos de alimentos, gran cantidad de jeringuillas usadas y material para inyectarse droga.

El Concello reaccionó ante la operación policial y las denuncias previas de la Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga (Aclad), que reclamaba el derribo de las casas, anunciando que trataba de localizar a los propietarios para determinar qué medidas tomar. Apoyado en el plan general, que clasifica el lugar como suelo urbano no consolidado cualificado como sistema general viario, y de acuerdo con la Ley do Solo de Galicia, el Gobierno local opta por la expropiación forzosa.