Cuatro hombres se someterán hoy a juicio „en el Juzgado de lo Penal número 1„ acusados de pertenecer a una organización criminal, entre otros delitos, después de haber participado presuntamente en la agresión a un matrimonio para intentar cobrarles una deuda. Uno de los acusados, el autor material de las agresiones, está en prisión preventiva desde hace dos años. El matrimonio, que está representado por el abogado Diego Reboredo, solicita que los agresores pasen entre quince y 21 años en la cárcel y que indemnicen a la pareja con 31.700 euros al hombre y con 13.300 a la mujer, por las heridas sufridas con la barra de hierro con la que fueron atacados.

Los hechos se remontan a junio de 2014, cuando el matrimonio vendió su empresa, Envasa, por un euro a Miscolate 2010, para entonces, la empresa tenía una deuda de más de un millón de euros con Renovados de las 5 Jotas. Tras varios encuentros, ni el propietario actual de la firma ni el antiguo se hicieron cargo de la deuda, ya que ambos entendían que le pertenecía al otro pagarla.

El 15 de noviembre de 2016, O.B.O. acudió al domicilio de la pareja y amenazó a la mujer diciéndole que iba de parte de la empresa con la que habían contraido la deuda y que iban a cobrar " bien por las buenas o por las malas". El marido accedió entonces a mantener una reunión con la empresa de cobros que actuaba en representación de los acreedores el 20 de noviembre, en la terraza de la estación de tren.

"Venimos a cobrar y, si no cobramos por las buenas, va a ser por las malas, te vamos a dar un plazo hasta el 31 de diciembre, a partir de ahí, yo desapareceré y vendrán otros que serán mucho peores", le dijo. De nada sirvió, según explica la acusación particular „ejercida por Diego Reboredo„, que le explicase que había vendido la empresa con la deuda, ya que O.B.O. le indicó que le habían dado el dinero a él y era él el que se lo tenía que devolver. Tras ese encuentro, las llamadas de amenaza siguieron y, el 14 de febrero de 2017, el hombre fue atacado a las 14.30 horas, en el aparcamiento en el que guarda el coche, en la ronda de Outeiro. Según el escrito, recibió un golpe en el pómulo y, después, una paliza con una barra de hierro y sufrió, también, el robo de su teléfono móvil. Tras la agresión, uno de los hijos del matrimonio recibió una llamada amenazante, alertándole de que, si no pagaban, la siguiente en ser golpeada sería su madre.

El nuevo propietario de la empresa, el 18 de febrero, reconoció al hijo del matrimonio que su suegra había sido rociada con gasolina y que a él también le estaban amenazando y que le habían llegado a golpear para forzarle a pagar la deuda de Envasa.

Sobre las once de la mañana del 4 de abril, la mujer fue golpeada en su portal con un bastón de hierro o un arma similar, cuando volvía de hacer la compra.

El autor material de las agresiones, según consta en el escrito, es J.M.C.C., que, cuando fue detenido tenía una barra de hierro de 53 centímetros de longitud y una bolsa con cartuchos de bala. Según la acusación particular, J.A.P.F. y J.M.C.E. le habían encomendado a este hombre la realización de los actos delictivos. Para el autor material de los hechos, la acusación solicita 19 años de prisión, por lesiones, robo, amenazas y organización criminal, para O.B.O., quince años, por los mismos cargos que J.M.C.C.; para J.M.C.E., 18 años, también por los mismos delitos. Para J.A.P.F, Reboredo pide 21 años, que comparte los cargos, menos el de robo con fuerza.