Los trabajadores de Varaderos Lazareto realizan desde hace días las labores previas al izado del pesquero francés Lumian, que cayó el pasado 6 de marzo del carro por el que se efectuaba la operación de regreso al mar y que desde entonces permanece volcado sobre uno de sus costados en las instalaciones, situadas en la dársena de Oza. Una grúa se encuentra en los últimos días realizando trabajos en el recinto de la empresa, en la que también se han depositado materiales necesarios para el enderezamiento del buque, que prevé llevarse a cabo en cuanto sea posible.
Los varaderos han contratado a una compañía especializada para efectuar esta actuación, ya que es inusual una caída de este tipo y existe además el peligro de que el barco sufra más daños durante la misma. El buque, de 34 metros de eslora y 10 de manga, se hallaba en el astillero para someterse a una reparación. Una vez culminada, se procedió a su devolución al mar, momento en el que se perdió la estabilidad y se desplomó hacia un lado.
El accidente no causó heridos, aunque sí la salida de combustible del navío que no llegó al mar, ya que quedó retenido en el foso del varadero, que a pesar de todo colocó una barrera flotante en el extremo del carro como medida preventiva ante una posible fuga de productos contaminantes.
En los días siguientes al suceso, la empresa analizó los daños sufridos por el barco y las posibilidades técnicas para recuperarlo con el fin de determinar si esa operación era viable.
Finalmente, Varaderos Lazareto optó por la recuperación del Lumian, que durante los últimos tres meses ha permanecido volcado en la dársena de Oza motivando la curiosidad y la sorpresa de quienes pasan por el lugar ante la inusual imagen que proporciona un barco tumbado sobre uno de sus costados.
