Un hombre ha sido condenado a pagar 240 euros por un delito leve de daños tras haber destrozado el cristal y la tapa de los telefonillos de una pensión en la que estaba alojado. También deberá pagar 217,52 euros por la reparación del aparato, además de hacerse cargo de las costas procesales.

El suceso ocurrió el 15 de junio de 2018 a las cuatro de la madrugada, cuando el condenado volvía a la pensión. El hombre rompió intencionadamente el telefonillo porque, aseguró, no le abrían.

El juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña le condenó como autor de un delito leve de daños a la pena de treinta días de multa a razón de ocho euros diarios, lo que supone 240 euros, además del pago de la reparación del telefonillo. El condenado presentó un recurso de apelación contra esta sentencia, solicitando que se sustituyan los 240 euros por 75, manifestando que al cometer los hechos obró por el "lógico arrebato" por quedarse en la calle y estaba "bajo los efectos del alcohol". El recurso fue desestimado porque esta versión no fue explicada en el juicio, pues no compareció.