El gestor de la navegación aérea en España, Enaire, ha sacado a concurso la renovación de su radar de Espiñeiras „instalado cerca del aeropuerto de Lavacolla„ para mejorar la seguridad en los tres aeropuertos gallegos. Enaire ha licitado este servicio por más de un millón de euros con el objetivo de controlar el espacio aéreo en un radio de 250 millas náuticas, aproximadamente 670.000 kilómetros cuadrados. Este radar proporcionará información de vigilancia de los aviones tanto al Centro de Control de Tráfico Aéreo de Enaire en Madrid como al Centro de Control de Área Terminal en Santiago.

El radar de Espiñeiras, tal y como indica el gestor de la navegación aérea en España, se instaló en 2005 y ahora será sustituido por otro que estará equipado con receptores digitales y también con una tecnología denominada Modo S, que permite disponer de más información sobre las aeronaves que estén volando en ese radio de 250 millas náuticas, también favorece que la gestión del tráfico sea más fluida y que se incremente la seguridad.

El radar dará información sobre "la posición de cada aeronave, su identificación y la altitud a la que vuela", según explica Enaire. De ese modo, facilita la localización de todo el tráfico que opera en su área de alcance. Este radar presta servicio tanto a las aeronaves que aterrizan como a las que despegan de los aeropuertos gallegos.

El radar instalado en 2005 era monopulso y el que lo sustituirá utilizará las mismas frecuencias pero tiene la capacidad de "realizar interrogaciones selectivas", algo que reduce la contaminación radioeléctrica y facilita la gestión de las aeronaves. Con el de Espiñeiras serán dieciséis los radares de nueva generación instalados en España y el de A Coruña completará la cobertura de los radares Modo S en la cornisa cantábrica.

El radar de Espiñeiras incorporará una estación redundante de Vigilancia Dependiente Automática Radiodifundida (ADS-B), que "permitirá obtener la posición de las aeronaves a través de la información que estas difunden de sus sensores de a bordo", según explica Enaire, algo que permitirá, en el futuro, disponer de información de vigilancia ante fallos mecánicos del radar.