El aumento en un 137,5% de las denuncias presentadas en A Coruña por delitos contra la libertad sexual en los tres primeros meses del año está motivado, según fuentes policiales, por la actividad desarrollada en la ciudad por dos hombres que desde finales del año pasado acosaron a menores de edad. Uno de ellos, detenido el 18 de enero, efectuaba tocamientos a niñas a la hora de salida de los colegios, mientras que otro les proponía hacerse sesiones de fotos.

El número de delitos sexuales denunciados en la ciudad en el primer trimestre del año fue de 19, cuando en el mismo periodo de 2018 habían sido 9. De esa cifra, tan solo una fue por violación, de forma que el resto corresponde a otro tipo de agresiones sexuales.

La razón del incremento tan importante de este tipo de delincuencia se encuentra en los hechos cometidos por los dos hombres que elegían a menores como víctimas de sus ataques, según fuentes policiales. Entre los dos generaron alrededor de una veintena de denuncias entre finales de 2018 y principios de 2019, aunque la detención de uno de ellos a mediados de enero originó la presentación de aún más denuncias.

Expertos policiales señalan que cuando se produce el apresamiento de un individuo al que se responsabiliza de un elevado número de delitos de este tipo, es frecuente que otras víctimas que hasta entonces optaban por no denunciar se animen a hacerlo. En enero se contabilizaba una docena de denuncias por los tocamientos sufridos por menores de 16 años y que se atribuían a este hombre, identificado mediante las iniciales J.L.C., vecino de Santiago nacido en 1982 que fue condenado a cuatro años de cárcel por intento de agresión sexual a varios menores en 2008 y a dos años por una que fue consumada con una joven en febrero de 2007.

El otro hombre que generó alarma en la ciudad en esas mismas fechas al proponer a menores la realización de fotografías fue denunciado por su parte en media docena de ocasiones hasta la fecha de detención del primero.

El acusado de los tocamientos fue detenido en la plaza Cántigas da Terra por un policía local gracias a que un grupo de jóvenes lo retuvo en un portal tras haber agredido a una menor. El hombre, que se desplazaba desde Santiago, operaba con frecuencia en la zona de Monte Alto y As Atochas, pero al divulgarse su actividad cambió de lugar de actuación para evitar ser detenido.

Sus víctimas eran niñas de entre 13 y 16 años a las que acorralaba en el portal del edificio en el que vivían, aunque algunas de ellas llegaron a hacerle frente y provocaron su huida. La policía pudo conocer el aspecto del sospechoso gracias a imágenes de cámaras de seguridad, lo que facilitó su identificación cuando fue detenido, tras lo que fue enviado a prisión por el juzgado.