El observatorio coruñés contra la LGTBfobia registra, cada mes, al menos dos denuncias por agresiones homófobas o tránsfobas en la ciudad. Así lo asegura María José Ramos, una de las representantes de ALAS A Coruña, la asociación que cuantifica estas cifras, quien apunta además a otros problemas de urgencia que afectan a los menores de edad del colectivo, como el acoso en las escuelas o el rechazo familiar. Las necesidades específicas del colectivo trans, afectado por un 80% de paro, sobre todo en el caso de las mujeres, son otro de los elementos que preocupa a las asociaciones LGTB de la ciudad.

Entre las demandas de las agrupaciones, destacan “la apertura de residencias para mayores LGTB”, en palabras del representante del Sex Point de Casco, Cristian Garza, quien reclama asimismo una mayor incidencia en la educación y prevención con respecto a las infecciones de transmisión sexual. Susana Milnes, representante de Les Coruña, reclamó “visibilidad y representación política y social para las mujeres lesbianas”, con el fin de luchar contra el miedo que todavía existe y que lleva a la “armarización”, muy presente en este colectivo en concreto.