El entorno de la Torre de Hércules se convirtió ayer en un campamento romano para festejar los diez años del faro como patrimonio mundial. El protagonismo se lo llevó el video mapping, un espectáculo de luz y sonido que proyectó sobre la fachada del monumento su historia, contada por un viejo marinero (en la imagen se ven las galerías de la Marina). La artista Mercedes Peón se subió antes al escenario para dar un concierto con acrobacias y los asistentes también disfrutaron del teatro de Hécuba de Eurípides.