La organización del Ayuntamiento es el asunto, abordado con mucha discreción, en el que están enfrascados ahora los grupos para que la gestión municipal eche a rodar. Los salarios de los concejales (reducidos en 2015), el personal de confianza y sus sueldos y la constitución de los órganos del Concello son los principales temas sobre la mesa, que se tendrían que aprobar en el primer pleno del mandato, todavía sin fecha, aunque el plazo legal se agota treinta días después de la investidura de Rey, que fue el 15 de junio. Con acuerdos en estos aspectos, arrancaría un ciclo político que el día a día pondría a prueba y en el que Marea quiere que todos los grupos tengan representación en los consejos de administración de las empresas públicas del Ayuntamiento, Emvsa y Emalcsa. Esto no ocurrió en mandatos previos al de Marea, en los que socialistas y populares tenían el control absoluto del Ejecutivo local. Todos los grupos pudieron en los últimos cuatro años participar en la Junta de Gobierno Local con voz pero sin voto.