La bajada de tarifas del autobús urbano en diez céntimos aplicada por Marea Atlántica al finalizar el anterior mandato se mantendrá hasta que haya una resolución judicial sobre el recurso planteado en su contra por la Compañía de Tranvías, según anuncia Villoslada. El anterior Gobierno local decidió rebajar el precio del billete, fijado de acuerdo con una fórmula incluida en el contrato suscrito con la empresa en 1986, al entender que los beneficios de la concesionaria son excesivos, por lo que el concejal de Movilidad avanza ahora que su política será "la mejora de las tarifas de una forma equilibrada entre concesionaria y Ayuntamiento". En su opinión, las concesiones "tienen que tener un equilibrio entre el beneficio del titular del contrato y el del Ayuntamiento", a lo que añade: "En la medida en que podamos, seguiremos mejorando el régimen de bonificaciones a los usuarios".

También está pendiente de una resolución judicial el conflicto sobre la caducidad de la concesión de la Compañía de Tranvías, por lo que Villoslada señala que también sobre este asunto el nuevo Gobierno local esperará a que se pronuncien los tribunales. Si finalmente una sentencia establece que el contrato debe finalizar en un plazo de tiempo breve, el Gobierno local estudiará

"cómo reactivar el servicio", en alusión a la convocatoria de un concurso para su adjudicación, asunto sobre el que Marea Atlántica ya había iniciado los trabajos.

El contrato firmado en 1986 expiraba en 2024, pero el Gobierno municipal de Marea entendió que, según una normativa de la Unión Europea, debía considerarse caducado al haberse adjudicado sin concurso y haber sobrepasado los treinta años de vigencia, tras lo que concedió una prórroga de dos años para abrir un concurso.