La redada llevada a cabo por la Policía Local a primera hora de hoy en el bar La Tata, situado en el número 16 de la calle del Orzán y que funciona como after hours, se saldó con la incautación de una pistola eléctrica y una porra extensible a empleados del establecimiento, así como con nueve denuncias por posesión de drogas a nueve clientes y por consumo de tabaco a uno más.

La operación, que se desarrolló entre las 08.00 y las 09.20 horas, contó con la participación de catorce policías, quienes descubrieron que el camarero del local portaba una pistola eléctrica, arma que está prohibida a los particulares, por lo que fue denunciado. Los agentes averiguaron además que el portero del bar contaba con una defensa extensible de acero, cuyo uso no está permitido, por lo que se denunció a este trabajador.

También se comprobó que un hombre que actuaba en el exterior del bar como “controlador de accesos” sin disponer de la autorización de la Xunta para ejercer esa actividad, por lo que fueron denunciados tanto esa persona como el titular del establecimiento. El registro efectuado por los agentes a los clientes del bar concluyó con la apertura de nueve actas de denuncia por la posesión de cocaína, marihuana y hachís, además de otra a una persona que consumía tabaco en el interior, lo que está prohibido por la legislación.

Aforo

También intervinieron los policías en relación con el aforo del establecimiento, que tiene limitada la entrada a 24 personas cuando en el momento en que se desarrolló la operación había 44, por lo que se denunció al titular de la licencia del local. Esta persona fue denunciada además por emitir música a través de un canal música desde un ordenador, práctica que está prohibida por la normativa municipal sobre contaminación acústica.

La presencia de un elevado número de policías en esta calle a primera hora de la mañana suscitó la sorpresa del vecindario, entre el que se habían generado algunas protestas por la actividad de este bar, aunque no se habían llegado a presentar denuncias. La titular del local lo fue anteriormente del conocido como Paseo Marítimo, situado frente a la playa de Riazor y que fue clausurado en 2017 durante dos años por las numerosas irregularidades que e Concello apreció en su actividad a lo largo de los años, que le valieron la imposición de sanciones por valor de 110.000 euros.

El local de la calle del Orzán fue el escenario el pasado martes de un incidente entre una pareja de jóvenes y un hombre que les amenazó e intentó agredirles con un cuchillo, aunque pudo ser contenido por sus amigos. Tras estos hechos, decidió abandonar el lugar en compañía de otra persona a bordo de un autobús urbano de la línea 7.

Los testigos informaron a la Policía Local sobre esa circunstancia, lo que permitió a los agentes interceptar el vehículo cuando circulaba por Peruleiro. Al registrar al sospechoso le hallaron un cuchillo y un gancho de acero, ambos empleados por profesionales de la carnicería.