La Xunta advierte a Albada, la concesionaria de la planta municipal de tratamiento de residuos de Nostián, de que podrá sancionarla si no encuentra una solución al acopio de rechazos que está realizando desde abril, cuando Medio Ambiente decidió cerrar cautelarmente la planta de Grixoa, por los olores y las quejas de los residentes en esta zona cercana a Santiago.

Fuentes de Albada indicaron ayer que está almacenando los rechazos „basura que no puede reciclar„ en los márgenes de la planta y defiende que le queda todavía espacio para acumular más desperdicios sin incumplir ninguna normativa. Asegura que la Xunta realizó dos inspecciones, una en abril, después del cierre de Grixoa, y otra en la semana de las elecciones municipales, y que, ninguna de ellas ha derivado en sanción, a pesar de que la cantidad de basura acopiada puede superar las mil toneladas. Fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, sin embargo, aseguran que están "solicitando más información" antes de cerrar los expedientes y que están requiriendo "una solución".

Encima de la mesa, la Xunta pone la posibilidad de que Albada lleve los residuos a Sogama, aunque, para ello, tendrá que pagar el precio que le marque el vertedero. La Xunta defiende que Albada carece de permiso para acopiar residuos en el exterior de la planta, tal y como lo está haciendo actualmente, por lo que le exige que cierre un contrato con cualquier otro vertedero para liberar estos espacios y deshacerse de los rechazos.

La concesionaria asegura que, desde que la Xunta tomó la decisión de cerrar Grixoa "unilateralmente", la firma ha estado estudiando posibles alternativas, aunque confirma que no ha encontrado todavía sustituto para el vertedero compostelano.

Desde la concesionaria indican también que, en caso de que sea necesario, pedirán las autorizaciones pertinentes para poder utilizar vasos que hay en las instalaciones para acopio de residuos y que, actualmente, no cuentan con el permiso para esa función.

Medio Ambiente indica que Albada ofreció la posibilidad de utilizar uno de los colectores que tiene que sellar por orden judicial, ya que entiende que hay espacio suficiente para almacenar más residuos. Una alternativa que la Xunta ya rechazó porque considera que ese vaso tiene que estar precintado, tal y como dice la sentencia.

A pesar de que hay toneladas y toneladas de residuos en la explanada de la planta, Albada asegura que la situación no reviste ningún tipo de peligro, "ni de gestión ni sanitario".

La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, indicó ayer que el responsable último de lo que suceda en la planta es el Concello, ya que es el propietario de las instalaciones y también la entidad encargada de sacar a concurso su gestión. Fuentes municipales indican que la concejal de Medio Ambiente, Esther Fontán, está a la espera de que le entreguen todos los informes sobre la situación de Nostián y los desechos para tomar una decisión sobre qué hacer con ellos. La concesión de Albada finaliza este año y está pendiente de renovación.