Son numerosas las personas que deciden salir del aparcamiento subterráneo de Sánchez Bregua por el acceso de los vehículos y luego sortean el tráfico, a pesar de su intensidad y de que la salida de peatones está cercana. Pero ayer la osadía todavía fue mayor, ya que una mujer abandonó el lugar con un carrito de bebé con el que circuló entre los coches mientras el semáforo estaba cerrado para ellos.