La admisión por el Gobierno local de la posibilidad de que el Concello solicite una mediación intrajudicial para evitar el derribo del edificio ilegal de la avenida de San Roque de Afuera devuelve a la actualidad este mecanismo, que en materia urbanística se estrenó en A Coruña para resolver el complejo caso de la antigua sede de Fenosa. La adopción de un acuerdo entre el denunciante, el Concello y los propietarios del inmueble hizo posible que no se demoliera y así hubiera que afrontar una indemnización de 60 millones a los afectados que habrían colapsado las arcas municipales.

En el caso de San Roque de Afuera el número de viviendas es mucho menor, por lo que el posible coste de las compensaciones se reduciría con relación al edificio de Fenosa, pero una mediación con un resultado exitoso también podría evitarlas. La mediación es una vía para la resolución de conflictos que puede proponer cualquiera de las partes o el órgano judicial en cualquier momento del proceso y que se emplea habitualmente en las jurisdicciones penal, mercantil, civil y familiar, aunque no tanto en la contencioso-administrativa.

A través del procedimiento de mediación se puede obtener una solución que satisfaga los intereses de todas las partes implicadas", explicaba a este periódico Rosa Sánchez González-Dans, coordinadora del Servicio de Mediación del Colegio de Abogados de A Coruña, cuando se puso en marcha esta iniciativa para el edificio Fenosa. La letrada destacaba que la mediación es "ágil y debe ser lo más breve posible", aunque el aspecto más reseñable es que se trata de un procedimiento voluntario, por lo que las partes deben pronunciarse sobre su participación en él y, una vez iniciado, si optan por abandonarlo.

Pero Rosa Sánchez advertía que la mediación "jamás puede ser utilizada como una excusa para dilatar el proceso judicial", puesto que la aceptación de esta vía supone una demostración de "la voluntad de arreglar el conflicto sin más demoras". Otro aspecto fundamental en el proceso es la designación del mediador, que debe ser una persona ajena al caso y cuya misión es favorecer la negociación entre los implicados.

"Debe permanecer imparcial, no posicionándose a favor ni en contra de nadie, y neutral, pues en ningún momento va a imponer ni proponer una posible solución", señalaba la abogada, quien destacaba que la propuesta debe buscar el "beneficio mutuo". El mediador no podrá asesorar a las partes, pero debe garantizar que dispongan de consejo a través de sus abogados. Si finalmente se alcanza un acuerdo, debe ser homologado posteriormente por el órgano judicial competente en el caso, que lo incorporará al proceso.

El despacho de abogados Roca Junyent fue el encargado de ejercer la mediación para evitar el derribo del edificio Fenosa, para lo que contó con un equipo dirigido por el expresidente del Tribunal Supremo Pascual Sala y del que también formó parte Marlén Estévez, socia del departamento de Litigación y Arbitraje del bufete.

El reconocimiento público de responsabilidad del Concello en las ilegalidades cometidas durante el mandato de Francisco Vázquez; la adopción de un protocolo de buenas prácticas urbanísticas; la construcción por parte del Concello de un edificio de 50 viviendas de protección oficial en el parque ofimático y una indemnización 2,9 millones de euros al recurrente por daños morales durante 21 años fue el contenido de ese acuerdo.

"No hemos encontrado precedentes. Esto es único por muchísimas razones y es novedoso en España porque la mediación no está completamente asentada y este caso puede sentar un precedente", ponía de relieve Estévez sobre la solución aportada por la mediación al conflicto del edificio Fenosa, aunque también advertía de que "es un proceso complejo y no puede intervenir cualquiera sin tener conocimientos jurídicos profundos y sin disponer de habilidades emocionales y de gestión".

Al escaso número de conflictos urbanísticos que se someten a una mediación, Estévez unía el momento elegido para hacerlo con el edificio Fenosa, cuando ya existía una orden firme de derribo por parte del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia después de 21 años de litigio. "Se ha conseguido que cada parte cediera en sus intereses y encontrar puntos en común, que es el objetivo de esta labor, encontrar las cosas que nos unen y no las que nos separan", explicaba la letrada sobre el éxito de este trabajo, del que también resaltaba que se alcanzó un acuerdo en un plazo de tiempo "muy corto", de poco más de dos meses. Para Estévez, el pacto logrado con la antigua sede de Fenosa marcará un hito por haber aportado "una solución muy buena para el interés público", ya que el derribo "tendría consecuencias muy graves para la ciudad y el propio recurrente".

La letrada señalaba como pasos necesarios para que la mediación sea eficaz convencer a las partes que esta vía es adecuada, tras lo que hay que "ponerse en la cabeza de cada una de las partes para saber qué es lo que puede estar más allá de lo que expresan las palabras o los papeles", para lo que es preciso contar con habilidades sociales y jurídicas que permitan proponer soluciones que satisfagan a todos.

Esta especialista en mediación afirmaba el pasado mes de febrero que su bufete había recibido ya muchas peticiones de información debido a la novedad que suponía para afrontar los conflictos urbanísticos. El hecho de que ya se haya propuesta esta misma fórmula para el inmueble ilegal de San Roque de Afuera es un reflejo de la puerta que ha dejado abierta la solución del edificio Fenosa.