La Junta de Gobierno Local aprobará hoy la ejecución de la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que ordena la demolición de la gasolinera de Carrefour en Alfonso Molina. El Concello dará a la empresa un plazo de tres meses para derribar la instalación y advertirá a la empresa que si no lo hace en ese periodo, será la propia administración municipal la que se encargue, tras lo que le exigirá que abone el coste de los trabajos.

La resolución municipal obligará además a Carrefour que interrumpa de inmediato la actividad de la estación de servicio y, si comprueba que no se cumple esa orden, llevará a cabo el precintado del establecimiento. La actuación del Concello es consecuencia de una determinación del Tribunal Superior contra la que ya no cabe ningún recurso. Este órgano judicial dictó una sentencia en junio de 2018 por la que anulaba la licencia concedida en 2014 por el Gobierno local del Partido Popular para la construcción de una gasolinera a cielo abierto sobre el aparcamiento del hipermercado Carrefour de la avenida de Alfonso Molina. La empresa podría solicitar al Concello una indemnización por haberle autorizado en su día una obra que ahora debe derribar.

La empresa recurrió ese fallo ante el Supremo, aunque este tribunal no admitió su apelación, por lo que el pasado marzo se comunicó al Concello que la resolución judicial es firme. El Ejecutivo local anunció entonces que llevaría este asunto a la siguiente Junta de Gobierno, pero ha habido que esperar hasta esta semana. Un recurso presentado por la empresa que gestiona una gasolinera cercana dio comienzo a este litigio, ya que alegó que el proyecto de Carrefour incumple la normativa de seguridad y evacuación de personas en caso de incendio, además de la legislación y el planeamiento urbanístico.

El Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 anuló la licencia de la estación de servicio en enero de 2016 y decretó su cierre, así como la demolición de las instalaciones, aunque tanto el Concello, ya bajo la dirección de Marea Atlántica, y Carrefour, decidieron recurrir la sentencia con el argumento de que la gasolinera se halla en un "espacio exterior seguro" ante el supuesto de un incendio. También detallaron que la instalación es una "rehabilitación" y no una nueva construcción, así como que los tanques de combustible cumplen la distancia de seguridad con otras edificaciones porque una norma deja esta cuestión "a criterio del autor del proyecto".

Pero el Superior consideró que la gasolinera es un "peligro" para sus usuarios o quienes pasen por sus proximidades porque las vías de evacuación son "las rampas mecánicas de acceso al centro comercial, que se sitúan a más de 50 metros", así como porque está construida en tres alturas y los depósitos de combustible están en el sótano, de forma que un incendio podría afectar a todo el aparcamiento. También se estimó como "dudoso" que los tanques de combustible respeten la distancia de seguridad.

El tribunal dio por sentado también que las obras no fueron de rehabilitación, cuando la parcela del centro comercial está fuera de ordenación urbanística y no es posible realizar obras de nueva construcción, ya que estas serían contrarias a la normativa del plan general.