El Concello ultima el primer traslado de basura desde Nostián hasta Sogama en la historia de la planta coruñesa. Representantes del Gobierno local y de la planta autonómica mantuvieron ayer un encuentro para comenzar a fijar el coste de trasladar las más de 4.000 toneladas de residuos que se acumulan al aire libre en la instalación coruñesa desde abril. Tras la amenaza de sanción por parte de la Consellería de Medio Ambiente, ambas partes han arrancado la negociación y coinciden en que el acuerdo está cerca.

El contrato que está a punto de firmarse no es fruto, sin embargo, de la colaboración sino de otros condicionantes. El más reciente, la amenaza de multa de la Xunta por apilar en Nostián la basura que no se puede reciclar „los denominados rechazos„ . Esta acumulación comenzó cuando la propia consellería prohibió en abril a Albada, concesionaria de la planta de Nostián, seguir depositando residuos en la planta de Grixoa, cerca de Santiago, tras las protestas de vecinos por los olores. El otro condicionante, más antiguo, es la saturación de los depósitos de residuos abiertos en Nostián para estos rechazos, lo que obligó hace años a Albada a buscar una salida en vertederos externos.

Sin la opción del depósito de Grixoa, Albada debe buscar una alternativa por orden de la Xunta. Tanto el Ayuntamiento, a través de la alcaldesa, Inés Rey, como fuentes del sector medioambiental señalan que Sogama es, a día de hoy, la opción más económica de todas las posibles. A juicio de Rey, además, es "la más rápida" de cuantas ha analizado el Ayuntamiento ante el ultimátum sancionador de la Xunta.

Si la basura termina saliendo de la planta de Nostián hacia Cerceda será la primera vez que haya relación entre ambas instalaciones, que siempre han sido colocadas en posturas políticas contrapuestas. Desde que se abrió, en septiembre del año 2000, la planta coruñesa ha estado al margen del modelo del Gobierno gallego y ha apostado por la recuperación de los residuos orgánicos.

Pese al enfrentamiento entre ambas maneras de tratar la basura, encarnadas en una disputa entre PSOE y PP en la gestión de los residuos, sí que hubo un acercamiento en el año 2007, cuando el Ejecutivo socialista de Javier Losada y el bipartito PSOE-BNG de la Xunta pactaron realizar un intercambio de desechos. El entonces presidente de Sogama, José Álvarez, y la exconcejala de Medio Ambiente, Nieves Vázquez, presentaron en el mes de julio el proyecto, que pretendía que se reciclaran en ambas plantas 100.000 toneladas de basura: Sogama incineraría los rechazos de Nostián y enviaría sus restos orgánicos a la planta coruñesa para su recuperación. Pese al punto de encuentro entre ambas partes, el acuerdo nunca se llegó a materializar y las plantas siguieron de espaldas una a la otra.

La reunión de ayer fue calificada de "acercamiento positivo", según la alcaldesa Inés Rey. La concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán, se comprometió a enviar a Sogama los datos técnicos de los rechazos „basura a la que no se puede dar tratamiento„ para que esta pueda poner un precio a recibirlos en Cerceda. En próximas horas, se remitirá el documento para mantener otro encuentro en el que se fijarán los costes, que serán asumidos, en parte por Albada „que pagaba el envío de este tipo de basura a un vertedero en Santiago ahora clausurado„ y en parte por el Concello, por el sobreprecio que pueda suponer este cambio en el destino final sobre el precio fijado en la concesión municipal.

Fuentes del Gobierno gallego confirmaron que, cuando reciban las características de los residuos, podrán establecer el precio, aunque defienden que será el mismo que se cobra al resto de Ayuntamientos que envían periódicamente la basura a la planta autonómica. Medio Ambiente especifica que desde que llegue el documento, se dará autorización en 24 horas para que el transporte de los desechos sea lo más rápido posible. También detallan que el contrato que se firme para este procedimiento será con el Concello y no con la empresa concesionaria del servicio, Albada, ya que así es cómo gestiona los convenios la planta de basuras de la Xunta.

Aunque no se ha determinado el destino final de la basura que llegue desde A Coruña hasta Cerceda, fuentes del sector señalaron ayer que la mayoría de las más de 4.000 toneladas que se derivarán podrían convertirse en Combustibles Derivados de Residuos (CDR), que se destinan a la valorización energética a través de la incineración. En Sogama también se podría optar por la acumulación, ya que cuenta con vertedero en su interior.