La principal puerta de entrada de turistas extranjeros en la ciudad, junto con la que permite que los cruceristas pasen unas horas en las calles coruñesas, está en la terminal de Alvedro, el aeropuerto gallego que más crece. A la espectacular evolución del aeródromo, que enfila un nuevo récord de pasajeros por encima de los 1,2 millones, cabe reclamarle que esté acompañada de un nuevo destino más allá del país, y ahí entra la convicción del Ayuntamiento para negociar con las aerolíneas. La conexión diaria con Londres, la ruta internacional que mejor funciona de Galicia, se antoja escasa en vista del flujo de visitantes procedentes de otros países experimentado en los últimos años (aunque sean mayoritarios los nacionales). Frankfurt, Amsterdam o Estambul han sido destinos deseados en los últimos gobiernos municipales, aunque los contactos no se tradujeron en ofertas reales y las políticas obtuvieron más éxito mediante contratos de promoción con las compañías. "Alvedro necesita otro destino internacional que sea hub, que permita a los viajeros enlazar con otros destinos variados. Su funcionamiento es espectacular, vamos para batir récord este año. Pero el aeropuerto da lo que da y falta esa conexión internacional más", cree Lanzada Calatayud. Alvedro demanda además mejoras en la terminal.