Uber inicia desde esta medianoche su actividad en A Coruña como servicio de transporte de viajeros en coches con conductor, conocido como VTC, con lo que se convierte en la segunda empresa de este sector en implantarse en la ciudad, tras la llegada de Cabify el pasado 14 de diciembre. El desembarco de Uber llega además con un acuerdo de colaboración con la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Galicia parar impulsar la creación de empresas mediante actividades de formación.

El servicio que presta la compañía recibe la denominación de UberX y se realiza mediante conductores dados de alta en autónomos que aportar sus propios vehículos, que deben disponer de autorización VTC. Para solicitar estos coches hay que descargarse en el teléfono móvil la aplicación y registrarse en la misma, tras lo que debe insertarse el destino. La aplicación mostrará entonces el precio del viaje y posteriormente el tiempo que debe esperar hasta la llegada del vehículo.

UberX fija una tarifa mínima de 3,5 euros que coincide también con la cuota de cancelación. A ella hay que sumar un euro de precio base, 10 céntimos por cada minuto de viaje y 1,3 por cada kilómetro. "Queremos que cada vez más ciudadanos puedan moverse de una forma segura y flexible a través de nuestra aplicación", manifestó Juan Galiardo, director de Uber en España, quien destacó que el servicio está ya disponible en más de 700 ciudades del mundo.

Luciano Covelo, presidente de AJE Galicia, declaró por su parte que los miembros de este colectivo de empresarios están "encantados de que Uber llegue a A Coruña", puesto que consideran que el convenio de colaboración suscrito con la compañía supondrá "un gran impulso" para la asociación.

"Nuestra opinión no es favorable porque para lo que es la ciudad creo que nosotros somos suficientes", señaló Manuel Sánchez Quindimil, presidente de Tele-Taxi, la asociación mayoritaria entre los taxistas coruñeses, que ya se mostró crítica con la entrada de Cabify en A Coruña. "Es una competencia que por la cantidad y calidad del servicio que damos consideramos que no sería necesaria", destacó Quindimil, ya que en el municipio existen 552 licencias de taxi. En su opinión, es necesaria una mayor vigilancia sobre los VTC porque "andan por libre" al recoger viajeros por la calle e incluso utilizar las paradas de los taxis.

El presidente de Tele-Taxi admitió que los taxistas están en desventaja con los VTC para atender la demanda en lugares del área metropolitana con ocasión de fiestas u otros acontecimientos, ya que deben llevar documentación en la que figure a quién van a buscar y que su destino es la ciudad, lo que deja el campo abierto a los vehículos con conductor. Pero también resalta que el precio del servicio de esas compañías se incrementa en cuanto aprecian la demanda que hay.

Cabify rompió el fuego en A Coruña hace ahora siete meses con la llegada de sus vehículos. A las pocas semanas, el Concello transmitió a la Xunta varias irregularidades en vehículos que operan para la empresa, lo que llevó a la administración autonómica a abrir expedientes sancionadores por no llevar el distintivo de servicio público o frecuentar zonas de ocio nocturno para atraer clientes. El director general de Cabify para España, Mariano Silveyra, explicó a este periódico que esas sanciones fueron recurridas por no tener "fundamento jurídico", ya que considera que el distintivo no es obligatorio y que los VTC que fueron denunciados en zonas de copas no intentaban captar viajeros.